Hoy es el día mundial del ahorro. Resulta muy
curioso que este día se produzca justo a final de mes, precisamente cuando las
personas más complicado tienen ahorrar. La aventura del ahorro hoy en día es
algo más que complejo. Desde mi punto de vista podrían poner este día a principios de mes y
así hay más conciencia de ahorro. De esa forma las personas depositan una
cantidad en un fondo y así consiguen ahorrar. Eso si, quien pueda. Quien iba a decir, hace cuatro o cinco años, que
la lucha diaria de una persona sería conseguir ahorrar para poder sobrevivir. Parecía
algo impensable pero lo cierto es que es la realidad.
La mala interpretación de esta palabra y
sobre todo la mala práctica de la misma esta desencadenando una avalancha de
desigualdades, en especial las sociales, que no hacen más que confundir al
ciudadano. Pero atentos, el ciudadano ya no es el de antes y la desobediencia
civil se produce cada vez más. Confundir ahorro con recortes es una mala praxis
del político actual. Recortar en sanidad y educación no es ahorro. Desatender
las necesidades sanitarias de un país y llevar la educación por una vertiente
capitalista no genera crecimiento. Recortar en investigación, desarrollo e
innovación tampoco es ahorrar. Tomando de referencia a países que año tras año
incrementan su partida en I+D+I y por lo tanto consiguen aumentar su PIB nos
lleva a la conclusión de que hay algo que aquí no estamos haciendo bien.
Recortar o no aumentar las pensiones de la misma manera que aumenta los
factores que de ella depende no es ahorrar. Eso, simplemente, es anular por
completo el esfuerzo que muchos trabajadores han realizado durante muchos años de trabajo. Y
para rematar, tenemos los grandes beneficiados de la mala interpretación del
ahorro, los banqueros. Aquellos que con sus productos “preferentes” han
conseguido engañar a personas, sobre todo de avanzada edad, que depositaron su
confianza en ellos. Consiguieron hacer creer que depositando sus ahorros en eso
productos obtendrían beneficios, y fíjense en la actualidad, día a día luchan
la tremenda injusticia que con ellos hicieron. Analizando todo esto, podemos
darnos cuentas que el verdadero ahorro si se puede conseguir con la eficaz
utilización de nuestros recursos. Gastos de representación, coches oficiales,
asesores, abundancia de corruptos, revolución fiscal y sobre todo la eficiente gestión económica pueden
ser factores que hagan de la palabra ahorro lo que realmente significa.
Por ello creo que a quien hoy hay que
felicitar realmente es a aquellas personas que si utilizaron bien la palabra
ahorro y hoy en día salen adelante gracias a pequeñas retenciones que hicieron
en el pasado para poder vivir el actual presente. Sin ellos la debacle de este
país habría llegado antes.
Cuack!