Nos estamos mal acostumbrando. No lo digo yo,
lo dicen los expertos sanitarios. Tenemos la inercia de auto medicarnos por cualquier
cosa. Ya sea un simple resfriado, un dolor de cabeza o un dolor de espalda
caemos en la mala práctica de tomar pastillas. Dejamos atrás las otras posibles
recetas no médicas que también sirven para curar. Una buena dieta, hacer
ejercicio o la medicina natural también son válidos para la cura de
enfermedades.
En España tenemos un problema y es que la
última tendencia e informes en salud condenan el abundante exceso de fármacos
que se prescriben. Hacia cualquier dolencia
el médico ya nos receta ibuprofeno. Ante cualquier diagnostico relacionado con
el colesterol el doctor nos receta otro fármaco y entre pastilla y pastilla los
españoles consumimos una media de tres pastillas al día. Según el responsable
de investigación de la Asociación para las Prácticas Innovadoras en
Polimedicación no hay medicamentos para toda la vida, uno se puede adecuar a
uno en un momento determinado pero más adelante deja de serlo o incluso puede
llegar a ser perjudicial. Otro informe nos indica que España es líder en
consumo de fármacos para la osteoporosis y prescripción de omeprazol (protector
de estómago). Otro dato alarmante es el que la Encuesta sobre Alcohol y Drogas
concluye donde se demuestra el ascenso del consumo de fármacos para dormir y
contra la ansiedad. Estas pastillas ya se encuentran en la segunda posición en
la escala de droga más utilizada en España. Medicamos situaciones normales de
la vida.
Todos estos informes han sido refrescados por
la campaña “que no medicalicen tu vida” promovida por la Organización de
Consumidores y Usuarios (OCU) con el objetivo de mejorar la seguridad de los
pacientes y de controlar el gasto público sanitario innecesario. Esto es una
prueba más de que hay soluciones en la Sanidad antes que los recortes.
Cuack!