miércoles, 27 de mayo de 2015

Sesión Teta

Todos conocéis "La fiesta del cine" y todos estamos de acuerdo en que, para los amantes de este arte, es una de las mejores propuestas más recientes que más éxito está teniendo en el público en general. Poner una vez al mes varios días para poder disfrutar del cine y sus películas a un precio bajo es lo que está provocando que el cine tenga cada vez más adeptos. Nunca he dudado que esta iniciativa fuera buena pero, y a los datos me remito, la recaudación que la industria del cine ha conseguido ha superado con creces las expectativas y por lo tanto el incremento de sus beneficios es notorio.

Sin embargo, además de esta propuesta, existen otras, relacionadas también con el séptimo arte, que también está teniendo éxito en la capital española. En concreto les voy a hablar de la denominada "Sesión Teta" que tiene su origen en un cine de la Vaguada, un centro comercial madrileño. ¿En qué consiste esta iniciativa? Su objetivo es satisfacer las necesidades de las  mujeres que acaban de ser madres con el fin de que puedan ir al cine con sus bebes. A priori puede parecer una propuesta sin sentido pero las condiciones para llevarla a cabo han provocado un gran número de asistentes. La sesión se establece para la mañana de los martes, en concreto a las 11.30 h. La idea surgió de una enfermera que comprobó, en diferentes talleres de lactancia, que las mujeres, en esta etapa de su vida, ocupan su tiempo a cuidar de sus hijos. Esta enfermera hablo con el centro comercial para proponer esta idea y por ahora está teniendo gran éxito. La sala donde se emite la película está adaptada para las diferentes necesidades de madres y bebes. Algunas de sus características son: un reducido volumen de decibelios para que no perjudique al bebe, una temperatura adaptada a las condiciones del bebe y un amplio espacio para poder levantarte y pasear al bebe por la sala en el hipotético caso de que llorase y hubiera que calmarlo. Otra gran ventaja es que al igual que "La fiesta del cine" los espectadores pueden disfrutar de la película a un precio reducido.

Tras leer esta iniciativa y el objetivo de la misma no cabe dudar que el fin que persigue es hacer la vida más fácil a las madres en cuanto al ocio se refiere. Con suerte puede que tu bebe no llore durante la mañana del martes pero también puede darse el caso de que coja por costumbre llorar sin parar precisamente esa mañana. Es ahí cuando quizás esta iniciativa tenga su punto débil pero es cuestión de acostumbrar al bebe de que los martes a las 11.30 es el momento de disfrutar de uno de los mejores placeres que existen. Aunque cabe la duda pensar que quizás el llanto del bebe es fruto de la protesta del IVA cultural.


Cuack!


jueves, 14 de mayo de 2015

Media naranja

La naranja es la fruta por excelencia. Es rica en vitamina C llegando a reportar el 65% de la dosis diaria necesaria para nuestro organismo por lo que el consumo de esta fruta satisface las necesidades diarias de este complemento. Es un alimento rejuvenecedor porque actúa como antioxidante y de esta forma ayuda a prevenir enfermedades degenerativas como la pérdida de visión, cataratas, hipertensión o sordera. Tiene reconocidas propiedades anticancerosas ya que contiene bioflavonoides. Esta fruta también es buena para el embarazo porque contiene ácido fólico, que es necesario para el buen funcionamiento celular así como el buen estado del corazón y del sistema nervioso. Aunque no lo parezca contiene calcio y el aporte de este mineral es bueno para los huesos. Además de este mineral también contiene potasio y tiene un bajo nivel de sodio por lo que la convierte en un alimento fundamental en las dietas para adelgazar. Sabiendo todo esto ¿Cual es la relación de la media naranja con el amor?

Es sencillo. La media naranja sentimental aporta las mismas propiedades a las personas pero con palabras diferentes. Encontrar la media naranja es fundamental para recibir ese aporte vitamínico traducido en ilusión, motivación y felicidad. Conseguir la plena felicidad se hace más fácil si a tu lado tienes esa media naranja. El equilibrio, algo tan necesario para afrontar el día a día, se obtiene si la media naranja te acompaña porque solo ella sabe como aportarte ese equilibrio sentimental, corporal y espiritual. Tu media naranja te ayuda a ser más joven de tal forma que se convierte en el elixir de la eterna juventud cuando a tu lado esta. La persona que actúa de media naranja es igual que el ácido fólico porque ayuda a mantenerte tranquilo en épocas no tan buenas y hace que tu corazón funcione siempre al 100%. Solo ella es capaz de mantenerlo vivo y su ausencia es capaz de provocar la bajada del ritmo cardiaco. Tu media naranja sabe encajar y aguantar tus virtudes y defectos. Se complementa a tu personalidad y hace madurar aquellos aspectos que parecían que nunca iban a cambiar. Es la encargada de corregirte los errores y hacértelos saber de una forma que jamás te sentará mal porque si ella te lo dice por algo será. Te ayuda a seguir aprendiendo de forma continua los diferentes retos que la vida te presenta y junto a ella logras salir adelante. La dosis diaria de media naranja se puede dar en casa, por teléfono o con el simple beso a una alianza. Tú media naranja siempre está ahí y es capaz de dejarte su hombro tanto para llorar como para reír. Miradas cómplices que solo tu media naranja saben que significan. Frases, hechos, comportamientos, sonrisas... cualquier momento es bueno para recordar que tu media naranja existe.

Las personas no estamos creadas para vivir solos. La compañía de tu media naranja y la certeza de saber que la has encontrado es el continuo premio que la vida te da. Si ya la tienes te felicito y si aún no es así no te demores en encontrarla.


Cuack!



lunes, 11 de mayo de 2015

La otra Transición

 No viví la Transición, menos mal, aunque he de confesar que me gustaría haber estado presente en aquel hecho histórico de nuestro país. El cambio era importante. Se pasaba de una dictadura a una democracia donde la palabra libertad se iba a convertir en fundamental. Ahora, pasado unos años, parece que la libertad solo quedo en eso, en una palabra sin mas. El valor de la palabra ha ido perdiendo fuerza y otra vez, aunque ahora intenten disfrazarlo, se priva al ciudadano de una serie de derechos. Sin embargo, las obligaciones se multiplican, eso sí, solo para una gran mayoría que por desgracia tiene el mismo peso que una minoría que hace y deshace a su antojo.

Y si no viví la Transición tampoco viví la Guerra. En este caso el  significado de “menos mal” podría ponerlo en mayúsculas. Ahí sí que no me hubiera gustado estar. Ahora toca vivir otra "guerra", pero lo mejor y único positivo es que será sin las mismas armas que la anterior. En este caso toca luchar con otra arma muy valiosa y seguramente más poderosa que cualquier otra. Toca luchar con la palabra. Si, toca vivir una transición y esperemos que esta sea rica en  valores como la coherencia, sentido común o responsabilidad. Hemos llegado a un momento en el que sorprende que ya no nos sorprenda ningún caso de corrupción. Esto último es alarmante y no deja de preocupar que el silencio y la mentira de los responsables sea cada vez mayor. Nos hacen parecer tontos y nos niegan lo que con nuestros propios ojos estamos viendo. Tan poderosa es la palabra que una sola cosa puede tener varios significados, y curiosamente, contrarios entre sí. El cambio no debe ser solo en los rostros de quienes pueden gobernar. Da igual que tenga coleta, sea guapo, sepa leer los datos macroeconómicos a través de un plasma o haya salido desnudo en campañas anteriores. Ese no es el cambio que solicitamos la mayoría de los ciudadanos que solo quiere soluciones a los problemas y no agravar los que están o crear unos nuevos. Quizás la transición no debe ser solo a nivel gubernamental sino que también debe realizarse en la sociedad. Las diferentes formas de hacer y ver las cosas deben cambiar. Un empresario no puede ser el pionero en pagar en negro a sus empleados para ahorrarse tributos. Al igual que un trabajador no debe hacer un mal uso de las facilidades que puede proporcionarle el centro de trabajo, llámense estas bajas laborales o flexibilidad horaria. Es la hora de sentarse y dialogar. Aunque parezca algo demasiado complicado hay que hacer los mayores esfuerzos para obtener medidas que satisfagan a todos. Por muy difícil que parezca, se puede conseguir.

Con suerte, podremos vivir un cambio deseado. No sabemos si en lo político, en lo social o, ojala, en ambos, pero es momento de, por ejemplo, pararnos a pensar si esta generación tan bien formada, donde gran parte ha tenido que marcharse del país, es merecida sufridora de los desaliños creados por los poderes. En el horizonte se atisba un problema, otra herencia más, y es saber si después de años trabajados conseguiremos recibir la contraprestación necesaria a años de esfuerzos o si por el contrario se lo seguirán llevando los mismos. El problema de las pensiones futuras debe estar presente. Estamos en año de elecciones y es el momento de elegir. Es la hora de determinar que queremos hacer con este país. Tenemos que decidir y conseguir ser los creadores de la nueva forma de entender la política y su rol en la sociedad. Es la hora de crear una verdadera #MarcaEspaña y desdibujar del mapa la que existe. Está en nuestras manos.


Cuack!


miércoles, 6 de mayo de 2015

El Fofisano

Sin darnos cuenta ya tenemos otro término más para definir a determinadas personas. Los Hipster ya no habitan solos a nuestro alrededor sino que a estos ahora le acompañan los Fofisanos. Es como si se tratase de una evolución más en la moda. He de confesar una cosa, os prometo que cada vez que veo nuevos términos acuñados para cada tipo de persona tengo la impresión de formar parte de la serie animada "Bola de dragón" en el que cada personaje iba evolucionando según sus poderes, forma física o edad.

El Fofisano se puede definir como una persona que guarda el equilibrio agradable entre una panza cervecera y el ejercitarse. Es aquella persona que disfruta comiendo pero que de vez en cuando acude al gimnasio a correr un poco en la bicicleta. Un Fofisano posee un torso blando pero sin llegar a la gordura. No tiene fuertes músculos pero no los descuida y cada vez que puede alguna mancuerna que otra se acerca a sus manos. Según escribe la autora de este término creado en redes sociales, un Fofisano es más atractivo, natural y con grandes dotes de humanidad. Parece que un Fofisano, o también llamado "dadbod", tiene que ser tierno y no contener demasiada "mala leche" ya que para eso hay otro término más común y menos bonito de nombrar. Un Fofisano es la identidad de una persona cuya vida sedentaria le ha llevado a desmejorar su cuerpo sin dejar de disfrutar de los placeres de la vida. El musculado hombre de abdominales en forma de tableta de chocolate deja paso a una barriga muy característica. Y es que los Fofisanos son más de poseer y mostrar este musculo en su estado más relajado.

La moda es mostrar un cuerpo vivido y no excesivamente tonificado. Parece que estéticamente este verano veremos muchos Fofisanos paseando por las playas aunque hay que resaltar que esto tampoco es novedad. Las personas de estas características siempre han existido solo que ahora adoptan un nombre común. Por un lado me parece bien que no se le haga tanto culto al cuerpo para dejar de disfrutar de algunos placeres, además esta actividad de culto al cuerpo no puede ocupar el primer lugar en la escala de cosas importantes en la vida pero por otro el Fofisano tiene un peligro; cruzar la delgada línea que los separa de las personas descuidadas en la salud. Como siempre alcanzar un equilibrio es lo fundamental. Una vida sana y llena de placeres es la base y a partir de ahí defines el tamaño de tu barriga como quieras. En todo lo que rodea a este término podemos abrir un debate y es que el Fofisano solo se centra en el hombre como imán sexual que está de moda pero ¿Qué pasa con la mujer? ¿Ellas no tienen derecho a ser también Fofisanas? ¿Se le da más importancia al cuerpo en la mujer que en el hombre? Reflexionen sobre ello mientras en una mano aguantas una cerveza y en la otra una mancuerna. Bienvenidos Fofisanos.


Cuack!