miércoles, 3 de junio de 2015

El zapato que crece

La industria del zapato es quizás una de las industrias más necesarias para el ser humano. Al igual que la industria textil, un zapato, y sobre todo un buen zapato, es esencial en nuestro día a día. Parece extraño pensar que podemos salir a la calle sin zapatos pero si trasladamos ese mismo pensamiento a los países subdesarrollados puede parecer algo normal. Los hay de todos los modelos, colores, tamaños y precios incluso ya los podemos comprar vía online pero lo que parecía que jamás podría suceder ha ocurrido. Ya tenemos el zapato que crece y se va adaptando al crecimiento del pie. Es un zapato que se fabrica especialmente para niños y en concreto para aquellos de los países subdesarrollados que no solo no pueden permitirse un zapato cada año sino que simplemente no lo tienen a lo largo de su infancia. Gracias a Kenton Lee esta necesidad en países menos desarrollados se va a acabar.

Este joven creador norteamericano es el inventor del zapato que crece. A priori puede parecer que es difícil fabricar un zapato que pueda ir en aumento a la vez que el tamaño del pie del niño va creciendo pero Kenton Lee ha dado con la fórmula para que esto pueda ocurrir. Lo más sorprendente es que es más simple de lo que parece y la adaptabilidad del zapato va en función de una tira de cuero que se irá abrochando más lejos o más cerca de la punta del pie. La genial idea se le ocurrió en Kenia, en el año 2007, cuando fue a participar como voluntario ayudando a niños huérfanos. Camino de la Iglesia se topo con una niña de 6 años que llevaba unos zapatos desgastados y más pequeños que su pie. Fue ahí cuando se le ocurrió este genial proyecto. Intento trasladar su idea a las principales industria de zapatos pero todas las rechazaban. Incluso pensó en ceder la patente a alguna de ella pero ninguna lo quiso. No estaban dispuestos a sacrificar millones de beneficios para que los niños tuvieran un zapato durante más de un año. Este proyecto a las industrias no les beneficiaría por lo que desecharon la idea. Sin embargo Kenton decidió crear la organización benéfica Because International para que actuase como plataforma de su idea y justo en el mismo año de creación, 2008, una empresa de zapatos que ayuda a causas sociales aceptó crear el primer prototipo de este zapato que crece. La empresa Proof of Concept fue el principal aliado de Kenton y gracias a ella ahora llevan zapatos de este tipo a los países menos desarrollados. 

La buena fe de Kenton ha dado sus frutos aunque la industria del zapato rechazara este proyecto. Por un lado es lógico que no se quieran arriesgar a perder millones en crear un zapato para un tipo de persona cuya edad es donde las ventas son más elevadas debido a la variable crecimiento pero por otro lado habría que plantearse si este tipo de industria tiene en los países subdesarrollados su mercado principal de generación de beneficios. No creo que sea así y lo que parecía una idea "no económica" para ellos podría haber significado una oportunidad de crear imagen comprometida con la causa. Uno de los problemas más significativos de los niños desfavorecidos tiene arreglo con la idea de Kenton Lee. Por fin podrán correr y disfrutar durante años sin pensar que pueden contraer alguna enfermedad o infección.


Cuack! 




No hay comentarios:

Publicar un comentario