La industria del zapato es quizás
una de las industrias más necesarias para el ser humano. Al igual que la
industria textil, un zapato, y sobre todo un buen zapato, es esencial en
nuestro día a día. Parece extraño pensar que podemos salir a la calle sin zapatos
pero si trasladamos ese mismo pensamiento a los países subdesarrollados puede
parecer algo normal. Los hay de todos los modelos, colores, tamaños y precios
incluso ya los podemos comprar vía online pero lo que parecía que jamás podría
suceder ha ocurrido. Ya tenemos el zapato que crece y se va adaptando al
crecimiento del pie. Es un zapato que se fabrica especialmente para niños y en
concreto para aquellos de los países subdesarrollados que no solo no pueden
permitirse un zapato cada año sino que simplemente no lo tienen a lo largo de
su infancia. Gracias a Kenton Lee esta necesidad en países menos desarrollados
se va a acabar.
Este joven creador norteamericano
es el inventor del zapato que crece. A priori puede parecer que es difícil
fabricar un zapato que pueda ir en aumento a la vez que el tamaño del pie del
niño va creciendo pero Kenton Lee ha dado con la fórmula para que esto pueda
ocurrir. Lo más sorprendente es que es más simple de lo que parece y la
adaptabilidad del zapato va en función de una tira de cuero que se irá
abrochando más lejos o más cerca de la punta del pie. La genial idea se le
ocurrió en Kenia, en el año 2007, cuando fue a participar como voluntario
ayudando a niños huérfanos. Camino de la Iglesia se topo con una niña de 6 años
que llevaba unos zapatos desgastados y más pequeños que su pie. Fue ahí cuando
se le ocurrió este genial proyecto. Intento trasladar su idea a las principales
industria de zapatos pero todas las rechazaban. Incluso pensó en ceder la
patente a alguna de ella pero ninguna lo quiso. No estaban dispuestos a
sacrificar millones de beneficios para que los niños tuvieran un zapato durante
más de un año. Este proyecto a las industrias no les beneficiaría por lo que
desecharon la idea. Sin embargo Kenton decidió crear la organización benéfica Because International para que actuase
como plataforma de su idea y justo en el mismo año de creación, 2008, una
empresa de zapatos que ayuda a causas sociales aceptó crear el primer prototipo
de este zapato que crece. La empresa Proof
of Concept fue el principal aliado de Kenton y gracias a ella ahora llevan
zapatos de este tipo a los países menos desarrollados.
La buena fe de Kenton ha dado sus
frutos aunque la industria del zapato rechazara este proyecto. Por un lado es
lógico que no se quieran arriesgar a perder millones en crear un zapato para un
tipo de persona cuya edad es donde las ventas son más elevadas debido a la
variable crecimiento pero por otro lado habría que plantearse si este tipo de
industria tiene en los países subdesarrollados su mercado principal de
generación de beneficios. No creo que sea así y lo que parecía una idea
"no económica" para ellos podría haber significado una oportunidad de
crear imagen comprometida con la causa. Uno de los problemas más significativos
de los niños desfavorecidos tiene arreglo con la idea de Kenton Lee. Por fin
podrán correr y disfrutar durante años sin pensar que pueden contraer alguna
enfermedad o infección.
Cuack!
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