Cuando vamos a un supermercado, unos grandes
almacenes o un centro comercial y queremos localizar un producto para comprarlo
solemos dirigirnos a un empleado de los que allí se encuentran, preguntamos por
el producto en cuestión, su ubicación y, lo más lógico, es obtener una respuesta.
Puede parecer que ese es el camino fácil pero yo prefiero llamarlo
eficacia. El simple hecho de responderte
te ahorra la pérdida de tu tiempo y la desorientación en ese lugar. Te limita
tu tiempo para no aprovecharlo en otros asuntos. Imaginaros ahora que llegamos a un restaurante. Preguntamos al
camarero si tiene alguna mesa disponible y no obtenemos respuesta. Podemos optar
por dos opciones: marcharnos o quedarnos y esperar que en algún momento nos den
una respuesta. Sea la que sea. Mientras tanto, en ese tiempo de espera, no
hacemos nada. No somos productivos. Estos son solos simples ejemplos pero
exactamente igual ocurre con las ofertas de empleo.
¿Será mañana? ¿La próxima semana? ¿Cuándo?
Esas son las preguntas que cada día se hacen las personas que se inscriben a
las ofertas de empleo que publican las empresas en los distintos portales dedicado
a ello, en las redes sociales o en sus propias webs. La ausencia de respuestas
desencadena el desánimo generalizado de todas las personas que buscan un
empleo. Ya sean desempleados de larga duración, de corta o trabajadores que
buscan un cambio de empleo. Todos necesitan obtener una respuesta a la
solicitud enviada. Tiene más valor obtener un no al día siguiente o a los tres
próximos que esperar semanas y meses para saber si seguiré adelante o estaré
descartado. Esto no es una crítica hacia las personas que trabajan en el
departamento de recursos humanos de una empresa, ni siquiera dudo de su eficacia pero ¿alguien se pone en
el lugar de la persona que se registra durante dos horas para al final no
obtener ninguna respuesta? ¿Alguien valora el tiempo de incluir un perfil para
luego no saber si la solicitud llega o no? ¿Alguien empatiza con la persona
activa, formada y experimentada que solicita un empleo? La motivación no se
pierde cuando no consigues un empleo, la motivación se esfuma cuando no
consigues una respuesta, positiva o negativa, a la solicitud enviada. Diversos
casos contrastados demuestran que la gran mayoría de las empresas extranjeras
responden, al menos, indicando que tu solicitud ha sido estudiada. Otro gran
porcentaje de empresas de otros países dan una respuesta a la solicitud enviada antes del tercer día
pero en España no. En nuestro país tu curriculum, carta de presentación o
solicitud de empleo tienen fecha de caducidad. El día que las empresas
comiencen a dar una respuesta a las solicitudes enviadas será cuando realmente
el mercado laboral cambie. Entre tanto, seguiremos igual. Desmotivando al que
busca un trabajo.
Las personas buscamos contestaciones a las
preguntas formuladas. Somos seres inquietos que necesitan respuestas para
seguir adelante. Por otro lado, nos encontramos con las exigencias en cuanto a
formación y experiencia que algunas ofertas solicitan para sueldos irrisorios,
pero ese es otro tema. Ahora, los jóvenes que buscan trabajo, los adultos
experimentados que llevan años sin empleo y las personas que investigan nuevas
experiencias y cambios profesionales necesitan saber si la solicitud enviada y
el tiempo empleado para registrarte en una oferta da su fruto. La paciencia es
una virtud y hacer las cosas bien es muy fácil así que ¿Por qué no dar una
respuesta? Empresarios españoles, muestren interés por el principal valor de
una empresa: el capital humano.
Cuack!