martes, 15 de septiembre de 2015

Una refrescante juventud

La juventud no deja, ni dejará, de sorprendernos. Una fantástica e ilusionante generación de jóvenes piden paso dejando en evidencia a todo aquello que viene de fuera, del territorio extranjero. Quizás el marketing funcione mejor en otros países, no lo pongo en duda, pero la tecnología e innovación en los productos no tiene nada que envidiar a los que vienen de Alemania, Estados Unidos o Japón. Pero lo más importante es la fuente de ideas que existen en nuestro país y que estamos desaprovechando.

Os quiero presentar a una de estas ilusionantes jóvenes con buenas ideas. Se llama Paola Fatás y es la creadora de Aisber. Esta joven química de Zaragoza ha creado un producto capaz de enfriar latas de bebida y pequeñas botellas sin necesidad de recurrir a ninguna fuente eléctrica. La idea nace en junio de este año y como consecuencia de la actividad deportiva. Este producto, con forma de cajita, es fácil de transportar ya que se puede llevar plegado en una mochila y tiene como objetivo enfriar la bebida. Solo hay que abrir el envase y apretar las bolsas que dentro tiene para así poder mezclar los componentes que trae. Las bolsas contienen líquidos y sales de tal forma que al presionarlos sus componentes se activan y consiguen el enfriamiento. Es un proceso químico que resulta de la disolución de sales en agua. Esto requiere energía que es absorbida del exterior en forma de calor. Aisber es capaz de conseguir que el proceso de enfriamiento sea instantáneo y alcance temperaturas próximas a los cero grados centígrados. Una vez que el producto está frio lo mantiene así alrededor de 30 minutos, de esa forma consigue que se mantenga fresco durante su consumo. Si hubiera que poner una única desventaja a este producto es que es desechable pero para poner solución a ello Paola ya trabaja con el fin de conseguir que el producto pueda ser reutilizable. Otro punto en los que esta joven química trabaja es en poder adaptar al producto a diferentes formatos de bebidas. Actualmente el producto solo se puede conseguir en su página web y la de pequeños distribuidores  pero a largo plazo este producto podrá ser consumido en otros países.

Esta amante del deporte vio en las bolsitas para lesiones que venden en las farmacias, y que se enfrían con un golpe, una oportunidad de crear algo novedoso que se utilizase para otro fin. Comenzó a investigar y se fue formando con programas de emprendedores del Ayuntamiento y Universidad de Zaragoza hasta que en mayo de 2013 consiguió crear su propia empresa, Cook Everywhere.

Una vez más la juventud demuestra que no está ni escasa de ideas ni falta de formación. Lo único que falla son los medios necesarios para fomentar que esta juventud salga adelante.


Cuack!


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