martes, 8 de septiembre de 2015

Los niños ya no quieren ser astronautas

Comienza la vuelta al cole. Es en este momento cuando podemos decir con total certeza que las vacaciones han terminado. A lo largo de esta semana, y de forma simultanea en las diferentes comunidades autónomas, comenzarán de nuevo las clases y con ellas las rutinas de cada día. Llega la época en la que al maestro le toca enseñar las diferentes unidades de los temarios que los libros contienen pero sin olvidar los valores que la vida tiene.

Desde diferentes organizaciones y fundaciones se piden una vuelta al “cole” responsable, sostenible y social pero ¿cómo? A través de un solo clic podemos lograr que esta vuelta sea más social con la posibilidad de intercambio de materiales, libros o incluso ropa de segunda mano. Estas organizaciones aconsejan la implicación de los alumnos en las comprar para que desde pequeño sepan asumir el rol de consumidores responsables. Desde bien pronto hay que enseñar a los niños la compra sostenible de materiales que no dañen el medio ambiente.

La ecopapelería online Milhojas ofrece un amplio catalogo de productos reciclados que detalla de forma exhaustiva, mediante una ficha técnica, el producto y los sellos que tiene. Otras plataformas de intercambio como Consuma  Colaboración pone en contacto a personas que quieren deshacerse de artículos que ya no necesitan a cambio de otros. Sin embargo, si lo que queremos es intercambiar libros escolares la plataforma Truequebook es la más idónea porque además de intercambiar material escolar, uniformes o ropa deportiva esta página permite hacer una búsqueda por colegios y poder así crear una comunidad dedicada al intercambio de productos escolares.

Esperemos que la compra de material de forma sostenible, responsable  y social este año sea posible porque quizás de esta manera a los niños se les quite de la cabeza esa idea de no ser astronautas. No hay que olvidar que la educación de un niño corre a cargo de los padres mientras que los maestros tienen que cumplir el objetivo de enseñar. La buena combinación de educación y enseñanza puede desembocar, por ejemplo, en el interés del niño por la lectura en vez de los videojuegos. Ahora los niños quieren ser futbolistas o salir en la tele. Es triste mostrar al niño que ese sendero es el correcto sin darnos cuenta de que dejar atrás el desarrollo de la imaginación y la creatividad es lo peor que les puede pasar. Hay que enseñarles y educarles mostrando que el fracaso no es una opción. Tengamos la esperanza de que hasta el infinito y más allá nuestras próximas generaciones sean tan necesarias y excelentes como muchas de las que ya existen.


Cuack!



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