Cocooning

Con estas temperaturas tan bajas solo apetece quedarse en casa, tirarse en el sofá, taparse con una manta y leer un libro o realizar cualquier otra actividad con la que no pasar frío. Muchos como vosotros habéis pensado en hacer eso tras levantaros cada mañana y comprobar que el frío ni amaina ni se va. Incluso, hay varias localidades de nuestro país que están sufriendo el temporal de una forma más severa llegando a estar completamente incomunicados. Tras estos días de temporal y de nieve vuelve a ponerse de moda el término cocooning.

Pero, ¿Qué es el cocooning? Esta palabra es el término acuñado en los años noventa por una buscadora de tendencias y consultora de marketing que sirve para describir la tendencia que tienen las personas a relacionarse cada vez menos con la sociedad y de esa forma ir dando un lugar más importante a su hogar. Es decir, consiste en atrincherarte en tu casa sin tener relación alguna con el exterior. Se llega incluso a un punto en el que conviertes tu hogar en una fortaleza donde no te hace falta nada de lo que hay en el exterior para sobrevivir (hasta la compra la podemos hacer por Internet). Mientras exista Internet el termino cocooning irá tomando más importancia en una sociedad cada vez menos fundamentada en las relaciones personales. Faith Popcorn, la consultora que identificó este movimiento con esta palabra, marca como factores principales que llevaron a crear este término a la implicación de Internet en la sociedad, las diferentes tecnologías de entretenimiento, los avances en las comunicaciones que permiten trabajar desde casa y, para terminar, los cambios demográficos. A todos estos, habría que añadir que las diferentes situaciones meteorológicas ayudan a practicar cocooning.

Como se puede desgranar de la definición del término de moda, la tecnología y todos sus derivados son los culpables de que cada vez las relaciones personales y los valores de la sociedad se vayan perdiendo. No es igual salir a tomar un café que tomártelo en casa mientras chateas con tu amigo. Al igual que tampoco es igual salir a un centro de trabajo donde poder relacionarte con las personas que estar en casa trabajando con el pijama. No es malo, ni tampoco una atrocidad, desear de vez en cuando practicar este tipo de tendencia pero tomarlo como referencia en tu vida y hacer de tu casa el mundo donde vivir parece algo exagerado y fuera de lugar. El cocooning está bien de vez en cuando pero perder las relaciones e interactuar con otras personas hace que la sociedad, como tal, no avance. Práctica cocooning pero con moderación.

Cuack!