Una batalla de risas y lágrimas.
Un panorama desolador frente a uno esperanzador. Sonidos en forma de carcajadas
luchan contra el estruendo del triste llanto. Solo uno puede vencer y todos
deseamos construir sonrisas en lugar de penurias. Ese es el fin. La complejidad
de las personas determina su forma de vida donde tienen lugar momentos de
alegría y situaciones de tristeza.
Todas las comparaciones y
evidencias anteriores tiene una confirmación: lo positivo predomina sobre lo
negativo. Es así de contundente. Esta afirmación no sería tan tajante sin el
estudio realizado por investigadores estadounidenses y australianos que,
utilizando como base 100.000 palabras de los 10 idiomas más hablados, han
podido confirmar que los humanos utilizamos más vocablos positivos que
negativos. En una era donde el Big Data es esencial para la elaboración de
tantos estudios estos investigadores nos demuestran que solemos utilizar más
las palabras que reportan un beneficio emocional. Las fuentes de su proyecto
han sido redes sociales como Twitter y Facebook, buscadores como Google, subtítulos
de películas o letras de canciones. Este estudio permite además dar la razón a
la hipótesis de Pollyana que en su día elaborasen Jerry Boucher y Charles
Osgood en el año 1969. Estos psicólogos determinaron que la tendencia universal
es usar las palabras positivas. Este estudio también ha determinado que el
idioma español y portugués son los más optimistas. En el otro lado quedan el
chino y el coreano, convirtiéndose así en las lenguas más pesimistas. Peter Dodds,
el científico líder de este estudio, ya es conocido en Twitter como el “el
medidor de la felicidad” y tenía como objetivo asentar las bases de la
hipótesis de la Pollyana. Logro conseguido.
Tantas situaciones adversas en el
mundo no son capaces de apartar el optimismo de nuestra lengua. Buena señal. Aún
así es satisfactorio saber que el optimismo sigue reinando en nuestra forma de
hablar, relacionarnos y socializarnos. En una era donde saltar obstáculos y
luchar contra las adversidades parece estar de moda aún podemos decir que
nuestro pensamiento es positivo. Que sabemos plantar cara a los problemas, luchar
en positivo por nuestra meta y, a pesar de todo, sacar una sonrisa de vez en
cuando. No importa lo difícil o fácil que te vaya la vida, el optimismo no debe
desaparecer nunca de ella.
Cuack!
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