lunes, 24 de febrero de 2014

Se vende: patriotismo



Que patriota soy o al menos así me siento. Eso es lo que deben pensar muchos, y no les quito la razón,  que ondean la bandera amarilla y roja no solo cuando nuestra selección de fútbol gana un Mundial o una Eurocopa. Aquellos que aprovechan cualquier momento para sacar a relucir la bandera o para establecerla a la entrada de cualquier ciudad de nuestro país. Se puede ser español sin llevar los colores de mi país en la muñeca y sin entonar con fuerza la ñ cuando se grita: ¡España! No me estoy refiriendo a ningún grupo radical. Los extremos, tanto de un lado como de otro nunca fueron buenos. A quienes me dirijo son a aquellos trajeados, políticos, banqueros, sindicalistas y empresarios, todos ellos sin vocación, que venden la Marca España por un lado y por otro venden su propio patriotismo evadiendo impuestos, defraudando a Hacienda o trasladando mano de obra a países donde las regulaciones laborales y los derechos humanos brillan por su ausencia. ¿Qué tiene de verdad la fase: Hacienda somos todos? En algunos casos, ninguna.

Uno puede sentirse español defendiendo los derechos que sus mismos compatriotas les están quitando.  No olvidemos que muchos de los que se han ido al extranjero a buscar trabajo también son españoles. Su país no les brinda una oportunidad y sin embargo se vende una movilidad laboral de aquellos que desarrollaron sus estudios y crecieron con la historia de una España muy alejada de la actual.  En estos días, y a raíz de la gala de los Premios Goya, han salido numerosas noticias de actores y actrices que se manifiestan por las decisiones políticas actuales pero que sin embargo todo su patrimonio esta en el extranjero y el cumplimiento con el Ministerio de Hacienda es inexistente. Dejemos tanta hipocresía que ahora lo que está de moda es Suiza.

Si me hablan de Suiza no solo les diré que son grandes fabricantes de relojes o que elaboran uno de los mejores chocolates del mundo. No, además de eso se más. Sé que es un país que está definido como una república democrática parlamentaria federal pluripartidista, es decir se caracteriza por someter de forma obligatoria a referéndum cualquier cambio en la constitución. Y también sé que un joven, de tan solo 28 años, fue capaz de poner en jaque a toda  la clase política y empresarial al proponer una polémica y honrada iniciativa denominada 1:12 

Pero en fin, tanto gusta el patriotismo a determinados españoles que se llevan el dinero generado en nuestro país, ya sea obtenido de forma legal o ilegal, al país que acaba de firmar un referéndum para obstaculizar y frenar a los inmigrantes que vayan a su país a trabajar. Seguid así, dando clases de “españolito modélico” y actuando de falso patriota.

Cuack!
  



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