Algunos os preguntareis que
significa el titulo del post ¿no? pues bien, los que lo sepan son afortunados
pero quienes desconozcan estos tres nombres he de deciros que a partir de hoy descubriréis
la bonita historia que se esconde tras ellos.
Ilusión y felicidad son las dos
mejores palabras para definir a estas tres personas que nacieron con el
objetivo de hacer sonreír a los que más lo necesitan. Se juntaron en el año
2.000 y desde entonces decidieron llevar felicidad a los más pequeños, en concreto
a los que hoy en día llaman “im-pacientes”. La ciudad de Madrid se convirtió en
testigo de lo que sería una de las historias más bonitas que arrastra superación,
esfuerzo y ganas de vivir. Han pasado 15 años y en este largo camino Flips,
Teflón y Zepi han visto como a su proyecto inicial se han ido uniendo más
personas con sus mismos objetivos y sus mismas ganas de trabajar por los más
pequeños.
Estamos de enhorabuena. La
Fundación Theodora cumple 15 años en España, de tal forma que lo que comenzó con la insólita presencia de
Flips, Teflón y Zepi ahora se ve aumentado con una treintena de doctores más.
Además, ya existen 20 hospitales que cuentan con su presencia por lo que los
niños que presentan problemas en su salud pueden tener la certeza que mientras
ellos estén allí no pararán de sonreír. Aunque este año se cumple su décimo
quinto aniversario en nuestro país la historia de la Fundación se inició hace
veinte años para homenajear y hacer cumplir el sueño de Theodora, madre de los
hermanos André y Jan Poulie. Todo
comienza cuando uno de estos hermanos, André, pasa un largo tiempo
hospitalizado. Es entonces cuando su madre se encarga de hacer que su estancia
en el hospital sea lo más llevadera posible pero ¿cómo lo consigue? Pues haciéndole
sonreír cada minuto que está allí. Cuando ella falleció los hermanos pensaron
que ese espíritu de felicidad de su madre no podía desaparecer y decidieron
llevar su proyecto a los hospitales del mundo. Esta Fundación está formada por artistas
profesionales de ámbitos diferentes (payasos, magos, cuentacuentos, músicos,
actores…) que adaptan sus conocimientos artísticos al trabajo en los hospitales
con el objetivo de hacer esta estancia más humana.
Como ellos mismo dicen: si hay
algo que permanece intacto desde que comenzamos es la ilusión con la que
trabajamos cada día para compartir felicidad. Es un proyecto lleno de
humanidad, positividad y alegría. Quizás hacer reír no sea tan sencillo pero
merece la pena poner el mayor esfuerzo posible por ver la sonrisa dibujada en
un niño. Ellos son la alegría, la vitalidad de un hogar y el factor perfecto para
aprender a hacer reír porque en esta vida hay que ser #FelicesPorNarices
Felices Cuack!
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