jueves, 23 de abril de 2015

Querido lapsus

Un lapsus lo tiene cualquiera. Somos personas humanas y es muy normal que nos equivoquemos. En la mayoría de ocasiones el subconsciente nos traiciona y decimos cosas que están fuera de lugar o provocan el error. Estos días son de lapsus políticos y, como todo en política, cualquier frase o palabra mal nombrada se magnifica. Tan descolocado coge el error que hasta los propios compañeros del partido se sorprenden de lo que escuchan. Le pasó a Pedro Sánchez con sus "miembros y miembras" y le ha pasado también a Soraya Sáez de Santamaría con la innombrable "Amnistía Fiscal".

El impacto de estos lapsus, sobretodo el de la Vicepresidenta del Gobierno, llama la atención en cuanto a la forma de producirse. Negar durante dos años una medida para luego llamarla por su nombre recuerda a la desastrosa historia de la innombrable palabra "crisis" para Zapatero. Mientras tanto el Ministro de Hacienda nos recuerda la definición de la palabra amnistía diciendo literalmente que: amnistía significa perdonar y aquí no se ha perdonado a nadie, sino que se ha regularizado. Señor Montoro, me resulta difícil entender que tributar toda la deuda que tenía pendiente de declarar a un porcentaje menor que al que debiera no sea perdonar. Además, hay un aspecto suyo con el que estoy en total desacuerdo y es la forma de llevar cada caso. Con otros famosos casos como el de Pujol o Monedero ha demostrado una actitud bastante vacilona y chulesca donde se le ha llenado la boca hablando de ellos y de su supuesto fraude a Hacienda. Sin embargo, con su amigo Rato ha sido muy comedido, tanto que aún espero alguna señal, comentario u opinión a los que nos tiene acostumbrado. El tiempo pone a cada uno en su sitio y sino que se lo digan a Cospedal que, en 2012 en un discurso como presidenta de Castilla la Mancha, dijo la palabra saquear mientras hablaba de la labor de su partido y que ahora, en la famosa semana de los lapsus, ha vuelto a nombrar indicando que han trabajado mucho para saquear el país. Trabajar no sé pero saquear la sanidad y la educación seguro.

Volviendo al hilo de la amnistía y lo que iba a suponer en el momento en el que la presentaron hay varias conclusiones pero quizás las más llamativas son: que no sirvió para ingresar a las arcas del Estado todo lo que se pensaba y que los que se acogieron a ella no la terminaron de "hacer bien". En la política y en los partidos en general hay un gran problema y es que las medidas que lanzan para combatir el fraude fiscal son insuficientes. No basta con ampliar el número de inspectores y crear una agencia de investigación sino que hay que cambiar la condena del sentenciado y aligerar los procesos de instrucción para cada uno de ellos. El fraude se combate recuperando lo que el supuesto defraudador ha robado así que si descubrir a un defraudador solo supone proporcionarle una cama en la cárcel tengo la impresión de que vamos a seguir igual. Y ojo que cada vez aparecen más.

Qué lástima que no hubiera ningún lapsus indicando la subida de salarios. Pues eso, ¡Viva Honduras! ...


Cuack!




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