Desde que comenzó esta crisis los ciudadanos
han perdido el miedo a opinar sobre todo lo que sucede. Los actos,
acontecimientos, manifestaciones y situaciones que de forma periódica se
producen muestra el reflejo del mal estar ciudadano con y para los poderes que
nos han gobernado en el comienzo de la crisis y con los que ahora lo hacen. El
centro de todas las críticas, y muchas veces con razón, han sido los políticos.
Siempre les hemos señalado como los culpables de todo, sobre todo por no parar
a tiempo todo lo que ahora está ocurriendo. Ellos han tenido capacidad para
predecir todo lo que iba a ocurrir y aún así no han hecho nada por pararlo,
incluso en el algunos casos han agravado y acentuado más la crisis que
padecemos. Una crisis que no solo se centra en lo económico sino también en lo
ético. La economía es cíclica y dentro de ella se distinguen periodos de
bonanza y otros en los que el derroche pasa a un segundo y tercer plano para
dejar paso a reformas pero lo que más se deja notar en esta crisis no es solo
la economía sino la falta de valores y ética en la responsabilidad de los que
deben frenarla.
La plataforma ciudadana “Que hacen los
diputados” ha creado un manual denominado “El congreso para principiantes” .
Esta guía tiene el objetivo de fundamentar las críticas hacia los
parlamentarios. Lo que prioritariamente pretende es crear las críticas con
conocimiento de causa y anima a los ciudadanos a que lleven a cabo una
fiscalización de sus representantes. En este manual se recoge también se
recogen recomendaciones para que la institución sea más transparente, accesible
y participativa. Esta plataforma explica, en varios textos, las funciones del
Congreso (legislación y control) y las diversas fórmulas para llevarlas a cabo.
También explica las distintas formulas de control al Gobierno, como las
preguntas orales en el pleno o en comisión, las comparecencias o las
interpelaciones, entre otras. Además nos recuerdas a los ciudadanos que tenemos
derecho a preguntar a través de los diputados. Como bien indica este texto el
trabajo de un diputado no empieza y acaba en la Cámara y que deben estar en
contacto directo con la sociedad.
Las encuestas del CIS así lo recogen y entre los
tres problemas principales de la sociedad se encuentran los políticos y sus
distintas actuaciones antes casos de corrupción. Así que señores diputados y
diputadas dejen de hacer aquello para lo que no están encomendados y preocúpense
más de los problemas de los ciudadanos a los que representáis y aparquen por un
momento los entresijos de Europa. Europa no es quien os vota.
Cuack!
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