miércoles, 25 de junio de 2014

¡Bajan los impuestos! ¿Seguro?

Ya se ha anunciado a bombo y platillo. La ansiada reforma fiscal que se pedía a principios de su mandato y que tenía como excusa principal para no aplicarse el cumplir los objetivos de déficit se va a llevar a cabo a partir de los dos próximos años pero, como cualquier medida que aplica este Gobierno, siempre hay que leer la letra pequeña. La bajada de impuestos es real, eso no se puede negar pero lo que ahora hay que analizar es quienes son los máximos beneficiados de esta bajada de impuestos.

Uno de los impuestos más afectados por esta bajada es el Impuesto de la Renta por Persona Física (IRPF) y para leer la letra pequeña del mismo vamos a analizar diversas situaciones con las nuevas tablas de aplicación delante.

Lo primero que podemos observar es que en adelante habrá menos tramos. Ya esto comienza a mosquear. Teniendo en cuenta que la gran mayoría de este país pertenece a la clase media analicemos la situación de un trabajador que gana 21.000 €. Ahora en 2014 tributa por el 30% mientras que en 2015 lo hará por el 31%. Hasta donde sé, eso no es una bajada de impuestos. Otro ejemplo, un trabajador que gane 30.000 € en este año tributará por el 30% mientras que en los próximos años será del 31% ¿bajada? Podéis observar que lo más afectados siempre son los mismos. Sin embargo si analizamos la situación de aquel que gane 180.000 € vemos que en 2014 contribuirá con el 51% mientras que en el próximo año lo hará por el 47%, para estos casos si baja 4 puntos su tributación, de igual manera un trabajador que gane más de 300.000 € verá como su tributación bajará 5 puntos, del 52% al 47%. Una vez más vemos que los grandes beneficiados de las medidas del gobierno son los que más tienen. A pesar de que los que obtienen menos renta también se ven beneficiados por esta bajada de impuestos su consumo o inversión no variará tanto como el efecto que puede tener esta en los más poderosos.

Otros impuestos que también se ven afectados por esta reforma son el Impuesto de Sociedades y el IVA. Del primero se ha dicho que bajará y mientras ese ahorro que sufren las empresas en tributación sirva para invertir bienvenida sea esa disminución. Respecto al segundo, el IVA, han dicho que no lo van a tocar pero sí que algunos productos subirán del 10% al 21%, generalmente productos sanitarios. Otras tributaciones afectadas serán las relacionadas con las indemnizaciones por despidos, antes exentas, pero que a partir de 2015, si estas superan los 2.000 €, tributarán. Además de esto se reduce los incentivos a la deducción por alquiler tanto que en el próximo año desaparecerán para los nuevos contratos de alquiler firmados a partir del 1 de enero de 2015. Suele decirse que si hay bajada de impuestos se incentiva el consumo y la inversión pero para no caer en el error de esta frase habría que analizar la renta disponible del consumidor.  Si aumenta consumo e inversión, aumenta la demanda agregada y la producción (PIB) aumenta y, de esta forma, nos lleva a un incremento del empleo. Al haber más trabajadores hay más personas que tributan y se consigue recaudar más pero todo esto también depende de otros factores y efectos multiplicadores que no se están teniendo en cuenta.

Las reformas hay que adaptarlas a la situación del país y si la mayoría de los ciudadanos pertenecen a la clase media no puedes aplicar medidas que beneficien en su mayoría a la clase alta y un pequeñísimo porcentaje a la clase media y baja. Bajar impuestos está bien para cumplir la premisa de la Economía general pero siempre y cuando estas bajadas estén bien fundamentadas. Por otro lado, cabe destacar que esta reforma comenzará aplicarse en año de elecciones, que curioso ¿no?


Cuack!



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