El revuelo que se ha montado con los últimos
resultados de las encuestas elaboradas por el CIS. Unos resultados que sorprenden
a algunos, alarman a otros y esperanza a lo que comenzó siendo una minoría y
ahora es casi una realidad.
Para situarnos, el CIS o Centro de
Investigaciones Sociológicas, que tiene su sede en Madrid, es un organismo autónomo
español que depende del Ministerio de la Presidencia y que tiene como único fin
el estudio científico de la sociedad española. Estos estudios se llevan a cabo
por dos motivos; por la necesidad del propio organismo o por el establecimiento
de acuerdos con instituciones públicas o privadas sin ánimo de lucro. Cabe destacar
que los encuestadores del Centro efectúan su trabajo bajo una relación
mercantil, sin contrato ni Seguridad Social, y denunciándose desde distintos
sectores su precariedad.
Los últimos resultados sobre las encuestas
realizadas en relación a la política de cara a las próximas elecciones dejan
unos resultados que ya se veían venir, aunque no dejan de ser complejos de
entender. Por un lado tenemos la intención de voto directo, por otro a quién
votaría y para terminar quien saldrá como próximo presidente. Parecen preguntas
con respuestas similares pero arrojan diferentes resultados. Sin embargo, hay
otros resultados que no son analizados tanto, debido a su escasa importancia,
pero que no dejan de ser curiosos de cara a la veracidad de las respuestas de
los encuestados. Por ejemplo, ¿Sabían que en estas encuestas hay 29 personas
que sitúan al PP en la extrema izquierda y otros tantos encuadran al PSOE en la
extrema derecha? O que más del 25% no recuerda a quien voto en las últimas
elecciones. Otro resultado destacable es que a pesar de todos los problemas
sociales el 11% de los españoles se considera una persona completamente feliz. Claro
síntoma de que el dinero no da la felicidad. Aún así, hay 5 personas de las
encuestadas que cree que Podemos, la nueva formación política que crece con más
fuerza, es de extrema derecha. Estos otros datos de las encuestas no tienen valor
alguno pero son al menos dignos de resaltar por su desconcertante significado.
A pesar de todo ello, cabe recordar que esto
es simplemente resultado estadístico y que lo único que realmente es válido es
la reunión a la que estamos llamados cada cuatro años. Es curioso pero es la
única reunión a la que los políticos si les interesa que los ciudadanos acudan.
Al resto de reuniones lo suelen llamar manifestaciones violentas, movimientos ilegales
o situaciones antidemocráticas.
Cuack!
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