Mientras en España el sumario de noticias
diarias sigue siendo el mismo, es decir corrupción luego corrupción y después otro
poco más de corrupción, en Suecia, el país del IKEA y bellas mujeres rubias que
alegraban y animaban a José Luis López Vázquez en los veranos de los 60 y 70,
centran su crecimiento y desarrollo en temas más importantes relacionados con
la ciencia. Tienen claro que la única forma de crecer, y de camino dar ejemplo
al resto de países de Europa, es centrando sus inversiones en I+D+I. Si en
España, desde un principio, la partida designada para los “privilegios” de los
Senadores (no pagar ni un billete de avión, 250 euros al mes para taxis, algo
más de 1800 euros en concepto de ayuda para pagar los gastos de hotel o alquiler
en la capital, ayudas de más de 1.000 euros por gastos de representación, 150
euros al día por viaje al extranjero o adsl, Ipad y Iphone gratis son algunos
ejemplos) se asignase a la investigación, quizás, nos hubiese ido de otra
forma. No tan solo en el crecimiento como país sino en la correcta aplicación
de un sistema que cada vez está más obsoleto.
Los más felices por la noticia de hoy son los
familiares y amigos de personas con la enfermedad de Párkinson además de los
propios enfermos. Científicos suecos han probado con eficacia que las células
madres se pueden utilizar para curar los daños que produce la enfermedad en el
cerebro. Por ahora, la enfermedad sigue sin cura exacta pero el avance probado
en roedores enciende una luz de esperanza. Los medicamentos y la estimulación
cerebral pueden aliviar los síntomas causados por la pérdida acelerada de células
nerviosas, en concreto las que producen la dopamina. Esta experimentación en
roedores ha servido para comprobar que la inyección de células madre en el
cerebro de los animales, previamente tratados hasta alcanzar un nivel de
dopamina casi nulo, es posible revertir los daños causados previamente. Se prevé
que en 2017 se pruebe en neuronas humanas. Quedan poco más de dos años pero al
menos van marcando el camino a seguir.
Otra vez
más la investigación nos demuestra que la dirección correcta es invirtiendo en
ella y no en otros asuntos donde la importancia y sobretodo la eficacia aún la
estamos esperando.
Cuack!
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