Dormir, además de necesario para nuestra
salud, es un placer. El sueño es una de las pocas en la vida a las que no se
les puede vencer. Cuando tienes sueño los ojos comienzan a cerrarse y es casi
imposible mantenerse despierto y atento con lo que estamos haciendo. En España
hemos tenido la habilidad de crear un momento idóneo del día para poder
descansar el cuerpo durante poco tiempo y ponernos de nuevo con la actividad. Efectivamente,
la siesta es un placer español al que le damos bastante uso pero del que
sacamos poco provecho económico. Para eso ya hay países como Francia y Japón
que le sacan beneficio a este inmenso placer. Ahora también se suma a esta
iniciativa otro país europeo, Bélgica.
Llega a la capital belga una idea que ya
funciona en el país vecino, Francia, y en Japón. Bajo el nombre de Pauz, que en
español significa pausa, llega el primer bar de siestas. Este proyecto ofrece a
funcionarios y otros profesionales que trabajan en los alrededores la posibilidad
de descansar durante unos minutos a lo largo del día. Echar una cabezadita
parece más rentable en Bélgica que en España. Los beneficios de la siesta están
demostrados ahora solo hay que aprovecharlos económicamente. La pareja
fundadora de este negocio, Najat Bouzalmad y Gaëtan Oversacq, querían abrir un
bar de cócteles en plan tranquilo con hamacas pero descubrieron que los
franceses y japoneses tenían otro tipo de negocio con el mismo fin; el relax. El
funcionamiento es muy simple. Nada más entrar en el local el cliente deja sus
efectos personales en una taquilla, incluidos los zapatos, y se calza unos
patucos de tela antes de pasar a la sala de sueño, dicho así parece que
hablamos de la película Avatar. El precio de la siesta oscila entre los 7 y 15
euros y dependerá del tiempo estimado que quieras descansar.
Vuelve a pasar lo de siempre. Nosotros
tenemos la idea pero no le sacamos provecho a ello y entre tanto vienen de otro
país con el negocio. El problema de ponerlo en práctica en España es que, como
en todo, abusaríamos de ello. Estos lugares no guardan similitud con el típico
spa y muchos menos con un hotel. Son lugares de relax, corto, para descansar de
la jornada de trabajo. Larga vida a la siesta.
Cuack!
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