viernes, 15 de noviembre de 2013

Mal hablados



La tecnología. Muchas personas piensan que los avances tecnológicos no nos hacen avanzar en el tiempo, sin duda son aquellos cuyos pensamientos son más retrógrados de lo normal. Se fundamentan en lo siguiente, si tomamos como ejemplo los avances en telefonía móvil podemos explicar lo que ellos quieren decir. Tachan de dañino y poco consecuente pero ellos piensan que con los nuevos aparatos de telefonía móvil hemos desarrollado una expresión escrita incorrecta. A través de los sms o utilizando las aplicaciones de mensajería instantánea, como Whatsapp o Line por ejemplo, conseguimos escribir concreto, preciso y mal. Lo curioso de todo esto es que los malos hábitos y malas expresiones llevan produciéndose en periodos muy anteriores a tales avances.

Por todo esto, El Cervantes acaba de editar “Las 500 dudas más frecuentes del español” para aclarar dilemas de la lengua. Todo comenzó cual el director del propio Instituto Cervantes tuvo el dilema de saber si a gusto se escribe junto o separado. Ante tal duda, decidió editar un libro con las principales dudas de los españoles a ciertas expresiones. Tales dudas se convirtieron en una cifra bastante elevada, nada más y nada menos que 500. Algunas de las expresiones y por lo tanto dilemas que podemos encontrar son: ¿se puede utilizar la expresión bajo mi punto de vista? Según el libro no es recomendable, la expresión yo de ti no me preocuparía tanto tampoco está bien utilizada, lo correcto sería yo que tu. Otra expresión mal dicha es iros ya, que se hace tarde, según este libro no solo hay un error sino dos, ambos en la utilización de la expresión verbal. La tan discutida y propicia a mofa expresión sube para arriba está bien dicha, pero es cierto que es redundante. Y así una infinidad de expresiones pero si queréis descubrir cuáles son los 500 dilemas de los españoles ya estáis tardando para ir a la librería y comprobar ustedes mismos si estáis en lo cierto o no.

Menos mal que este libro sacará del apuro a muchos pero lo cierto es que seguiremos expresándonos mal, en ciertos momentos, aunque así nos pese. Para finalizar me gustaría saber si algún día saldrá un libro con las malas expresiones políticas. Es decir, aquellas expresiones que el resto de ciudadanos no sabemos interpretar o que simplemente no sabemos cómo encajar. Pero bueno, en su argot eso se denomina engañar.

Cuack!




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