La tecnología. Muchas personas piensan que
los avances tecnológicos no nos hacen avanzar en el tiempo, sin duda son
aquellos cuyos pensamientos son más retrógrados de lo normal. Se fundamentan en
lo siguiente, si tomamos como ejemplo los avances en telefonía móvil podemos
explicar lo que ellos quieren decir. Tachan de dañino y poco consecuente pero
ellos piensan que con los nuevos aparatos de telefonía móvil hemos desarrollado
una expresión escrita incorrecta. A través de los sms o utilizando las
aplicaciones de mensajería instantánea, como Whatsapp o Line por ejemplo,
conseguimos escribir concreto, preciso y mal. Lo curioso de todo esto es que
los malos hábitos y malas expresiones llevan produciéndose en periodos muy
anteriores a tales avances.
Por todo esto, El Cervantes acaba de editar “Las
500 dudas más frecuentes del español” para aclarar dilemas de la lengua. Todo comenzó
cual el director del propio Instituto Cervantes tuvo el dilema de saber si a
gusto se escribe junto o separado. Ante tal duda, decidió editar un libro con
las principales dudas de los españoles a ciertas expresiones. Tales dudas se
convirtieron en una cifra bastante elevada, nada más y nada menos que 500.
Algunas de las expresiones y por lo tanto dilemas que podemos encontrar son: ¿se
puede utilizar la expresión bajo mi punto de vista? Según el libro no es
recomendable, la expresión yo de ti no me preocuparía tanto tampoco está bien
utilizada, lo correcto sería yo que tu. Otra expresión mal dicha es iros ya,
que se hace tarde, según este libro no solo hay un error sino dos, ambos en la
utilización de la expresión verbal. La tan discutida y propicia a mofa expresión
sube para arriba está bien dicha, pero es cierto que es redundante. Y así una
infinidad de expresiones pero si queréis descubrir cuáles son los 500 dilemas de
los españoles ya estáis tardando para ir a la librería y comprobar ustedes
mismos si estáis en lo cierto o no.
Menos mal que este libro sacará del apuro a
muchos pero lo cierto es que seguiremos expresándonos mal, en ciertos momentos,
aunque así nos pese. Para finalizar me gustaría saber si algún día saldrá un
libro con las malas expresiones políticas. Es decir, aquellas expresiones que
el resto de ciudadanos no sabemos interpretar o que simplemente no sabemos cómo
encajar. Pero bueno, en su argot eso se denomina engañar.
Cuack!
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