martes, 26 de febrero de 2013

Robín de las Botas



GÉNERO: Solidaridad


Queridos lectores.


Les voy a contar la historia de Albert Lexie, aunque creo que le voy a cambiar su nombre y, con mi mayor respeto,  el mejor apodo que le puede definir por lo que hizo es: “Robin de las Botas”.  La gran mayoría conocéis la historia de Robín Hood, que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, pues la entrañable historia de Albert guarda cierta relación con la épica figura del hábil arquero del bosque de Sherwood.


Corría el año 1981 y, con la mayor ignorancia jamás conocida, Albert no se dio  cuenta de que comenzaba a forjarse la historia de un filántropo, emprendedor y héroe para los niños del Hospital Infantil de Pittsburgh. Este singular limpiabotas de hospital del estado de Pensilvania tuvo la grandísima idea de guardar las propinas que le daban sus clientes para luego, pasado estos 32 años, donársela a los niños de su Hospital Infantil. La cifra donada es de 200.000 dólares, cifra que está sirviendo para pagar los tratamientos de aquellos niños cuyos padres no poseen dinero suficiente para poder costeárselos.” Robín de las Botas”, a diferencia de Robín de los Bosques, cobraba por servicio de limpieza de zapatos cinco dólares pero sus clientes del hospital siempre le daban más, con esa diferencia tuvo la maravillosa idea de emplearlo en algo útil, necesario y que le marcará para toda su vida. La adoración por los niños es lo que le empujo a desarrollar este pequeño gran proyecto que sin contar con la necesidad de tratamiento burocrático, licencias, permisos, plan de viabilidad y demás salió adelante.


Tras ver que todavía hay gente en este mundo que hace las cosas bien uno se plantea muchas preguntas, como por ejemplo ¿Por qué no hay más Albert en la vida?, ¿Por qué no toman mayor protagonismo en nuestras vidas personas como Albert?, ¿Tan difícil es seguir su ejemplo? O ¿Son más necesarios en nuestras vidas los limpiabotas que los políticos? Con este gesto Albert ha llegado al corazón no solo de muchos niños sino de gran parte de la humanidad conocedor de esta historia. Menos mal que la sociedad española no puede quejarse de que no existan  gestos solidarios en este época que estamos pasando, pero si es cierto que estos anónimos no son lo suficientemente reconocidos por la clase alta de la sociedad y por aquellos gobernantes que buscan las triquiñuelas necesarias para destacar con menos, lo esperanzador de todo esto es que la verdadera sociedad, aquella que tu y yo estamos intentando cambiar y crear con valores donde imperen la honestidad, la solidaridad, la confianza, el respeto y un sinfín mas de valores positivos si reconoce historias como la de “Robin de las botas”


Saludos


Cuack!


Si os interesa la noticia podéis verla en el enlace que más abajo adjunto.

 




No hay comentarios:

Publicar un comentario