lunes, 9 de septiembre de 2013

De vuelta a la tierra



Un sueño o una pesadilla. No sé muy bien cómo llamar a lo ocurrido el pasado sábado cuando una decisión nos despertó del largo sueño que estábamos viviendo durante varias semanas, pero ¿De qué nos despertó? Podemos pensar que todo lo vivido hasta entonces ha sido en vano, que el entusiasmo que teníamos para que Madrid 2020 fuera ciudad olímpica, que por cierto llevamos intentando desde 2004, por fin así seria, pero nada de lo soñado ha sido posible. La ilusión de muchos españoles por ver como la capital de España se convertía en la segunda ciudad española en conseguir uno Juegos Olímpicos ha desencadenado un conjunto de lágrimas que han ido desde el presidente del COE (Comité Olímpico Español) hasta un niño de diez años que llevaba pintado en su cara el logotipo de la candidatura. Todos veíamos la parte positiva de la candidatura, sobre todo  en cuanto a la riqueza económica, laboral y social que se iba a crear pero ¿Por qué los miembros del COI han desestimado nuestra candidatura por tercera vez? Quizás es hora de replantear la candidatura y dejar pasar un tiempo hasta volver a presentarnos (si es que nos presentamos)


De todo lo ocurrido el pasado 7 de septiembre habría que sacar varias lecturas. Por un lado, sabemos que los miembros del COI analizan todo para otorgar a una ciudad la posibilidad de ofrecer unos juegos olímpicos al mundo y para ello analizan la situación actual de las ciudades candidatas y ahí Tokio gana de forma aplastante a Madrid y a Estambul. También analizan la situación futura pero el futuro es incierto y las cuantiosas predicciones de mejora de España han sido todas equivocadas desde que la crisis empezó, tanto que, según muchos expertos, en 2013 estaríamos aliviados de la crisis y resulta que este año se está convirtiendo en el ojo del huracán. Por otro lado, es hora de abandonar el centrar todos los esfuerzos de una ciudad y, diría que casi de todo un país, en ofrecer otra candidatura para dedicarse más al trabajo por lo social. La grandísima inversión en la candidatura de Madrid ha dejado atrás valores del estado de bienestar, como la sanidad por ejemplo, y ha provocado miles de protestas a las que el COI ha preocupado. Es hora de hacer autocrítica y analizar cuáles son los fallos arrastrados desde la candidatura olímpica de 2012.


Según una encuesta, el 91% de los españoles quería que la candidatura de Madrid fuera la elegida pero la duda que tengo es si ese 91% de ciudadanos tenía la esperanza de que el sábado Rogge dijera la ciudad de Madrid. Si la veces que se ha presentado una candidatura fueran similar a los créditos que hay que pagar por una asignatura en la Universidad ya iríamos por la tercera matricula, es decir nos saldría una cantidad de dinero a pagar muy elevada, o lo que es lo mismo volver a invertir a cambio de reducir en otros sectores. Por todo ello habría que plantearse si el COI ha querido dar un toque de atención a los poderes públicos de Madrid y de esa forma mostrarnos la posiblidad de aparcar los esfuerzos por algo que agrandaría la marca España por la cara exterior para poder centrarnos en la Marca España por su cara interior. Sea cual sea la cuestión el afectado vuelve a ser el ciudadano español.


Cuack! 



No hay comentarios:

Publicar un comentario