Acompañando al tenedor y al
cuchillo, la cuchara conforman el conjunto básico de cubiertos por el cual
podemos realizar uno de los mayores artes que existen; alimentarse. La singularidad de uno de ellos,
en este caso la cuchara, viene determinada por el usuario que la utiliza.
Distintas enfermedades provocan que el uso de este cubierto sea de una
complejidad mayo y entre las enfermedades que más afectan este uso se encuentra
el Parkinson. Esta enfermedad es un trastorno neurodegenerativo crónico que
conduce con el tiempo a una incapacidad, producido por la destrucción de las
neuronas. Es clasificada como un trastorno del movimiento y desencadena
alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la
función autónoma.
Para combatir este problema o al
menos para facilitar la vida de aquellos que padecen esta enfermedad nace Lift
Labs. Esta empresa, con sede en Canadá, está especializada en productos para
personas con este trastorno y hace poco tiempo, en este mes de septiembre, que
ha ofrecido al mercado un producto que puede resultar muy útil para personas
con Párkinson. En concreto ha diseñado una cuchara que compensan hasta en un
70% los movimientos del usuario, de esa forma permite que el enfermo pueda
comer de forma autónoma y sin necesidad de depender de otras personas. Este
cubierto, que recibe el nombre de Lifware, está enfocado a detectar la
dirección e intensidad de los movimientos de una persona con esta dolencia para
así poder contrarrestarlo. Analiza, de forma más exacta, los movimientos de la
mano y replicará ese movimiento a la inversa y con la misma fuerza de tal modo
que la estabilidad del cubierto será casi plena. Está compuesto por un sistema
de sensores y el objetivo con el que se ha creado es facilitar el día a día de
los enfermos de Párkinson. El producto podrá adquirirse en este mes de
septiembre por un precio que ronda los 226 € (300 $) y además incluye una
aplicación para controlar la evolución del usuario.
Avances tecnológicos como estos
resultan de una grandísima ayuda para los que padecen distintas enfermedades y
además supone una ayuda indirecta para aquellos que también sufren con ellos y
que, en consecuencia, padecen también la “enfermedad” de la emoción, la
solidaridad, la caridad y el cariño. Aún así, viendo que los avances
tecnológicos son necesarios gracias a la inversión de los países en I+D+I en
España existen ciertas personas que someten este “gasto”, según ellos, a
recortes. No se invierte en innovación y desarrollo, se reduce en la Ley de
Dependencia…en fin, para ciertas personas, que cada vez son más, al parecer
solo queda sufrir y adaptarse a unos tiempos en los que las desigualdades
siguen siendo cada vez mayor.
Cuack!
Fuente; DIARIO DE CADIZ
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