Al hilo de la noticia de ayer donde al final
de la misma hacía mención a una película relacionada con la mafia, hoy ponemos
titulo a una noticia donde la palabra “padrino” no tiene nada que ver con este fenómeno
de origen italiano y que, prácticamente, en cada país ya existe. El padrino hoy
se viste de otra forma, nada de amenazas y tiranías, y todo desarrollado a través
del juego limpio.
Nos trasladamos a la provincia andaluza de Málaga
donde ha surgido una iniciativa que ha tenido su origen en la llamada de una
anciana a la universidad. Os explico bien. Tras todo lo que está ocurriendo con
la educación una anciana malagueña decidió llamar a la Universidad de la misma
provincia para hacer una donación y poder pagar la matrícula de algún estudiante
que se haya quedado sin poder pagar la matrícula. Esta llamada llego al corazón
de Adelaida de la Calle, rectora de esta institución, pero, lo más importante,
es que a través de este hecho ha decidido proponer una bolsa de donaciones para
poder pagar la matrícula de muchos estudiantes. El descenso en la matriculas también
ha formado parte del desencadenamiento de este suceso tanto que la propuesta de
canalizar donaciones económicas para facilitar el pago de las matriculas a jóvenes
estudiantes que están en el derecho de estudiar esta siendo desarrollado por
más universidades del resto de España. En el ámbito nacional incluso hablan de
recurrir al micro mecenazgo, también conocido como crowdfunding, para poder
pagar las elevadas matriculas para el estudio.
Este acto de buena fe impulsado por la
Universidad está totalmente en contra a lo marcado desde los poderes públicos.
Factores como la reducción de casi un 13% en los presupuestos públicos desde
2010, el encarecimiento de las matriculas establecido en el real decreto de
recortes educativos aprobado hace un año que cambio el sistema por el que
fijaban los precios públicos, la menor accesibilidad a las becas, el retraso en
la concesión de becas y la última reforma educativa donde, entre otras cosas,
se reducían los docentes y las clases eran impartidas a más alumnos han provocado
poner en marcha ayudas de emergencias por parte de las distintas universidades.
Miles de jóvenes quieren ejercer su derecho al estudio pero las trabas al mismo
cada vez son más, complicando así que podamos tener generaciones bien formadas.
Quizás a ellos, a los poderes públicos no les interesa una sociedad bien
formada y con sabiduría para poder plantarles cara. Con todo esto queda claro
que a partir de ahora no solo habrá que apadrinar a un niño sino también a un
estudiante.
Cuack!
Fuente: EL PAIS
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