El otro día, mientras paseaba por
Sevilla, no dejé de sorprenderme cuando de repente por el carril bici de la
ciudad vi un medio de transporte un tanto extraño. Una mezcla
entre bicicleta y triciclo pasó por mi lado con un gran “depósito” en su parte
trasera que ponía Transpedal. Días más tarde aquí estoy hablando de él. El uso
de la bicicleta en muchas ciudades europeas está aumentando a pasos
agigantados. Muchas ciudades de los Países Bajos, en especial Amsterdam, da un
uso casi prioritario a este medio de transporte. La necesidad de fomentar el
medio ambiente es la causa principal del uso de este carismático medio y las
facilidades para poder utilizarlo cada vez son más.
Transpedal, una empresa de servicios
sevillana, nace de la cooperativa de cinco emprendedores de la ciudad
hispalense y desarrolla su servicio en el ámbito de la mensajería. La
característica por la que se define es que es un servicio totalmente limpio, es
decir, teniendo como base el medio ambiente y el uso ecológico de la bicicleta
este proyecto nace con la idea de ofrecer un servicio a los ciudadanos de
Sevilla distinto a los que hasta entonces se dan en la ciudad. Este servicio de
mensajería mantiene el puso comercial y solo actua sobre la fase final de las
entregas. Los medios que utilizan para trasladar la mercancía son triciclos
eléctricos asistidos por pedaleo. Con el sobrenombre de sevi-cargo, estos
triciclos no superan los 20 kilómetros por hora y son capaces de trasladar
paquetes por un peso de 250 kilos. Su modus operandi lo hace especialmente
efectivos, ya que circulan por los carriles bici de la ciudad. Estas mercancías
llegan a una plataforma donde son clasificados para que luego salgan en los
triciclos hacia su destino final.
Todo aquello que suponga aportar
beneficios para el medio ambiente será considerado positivo por los ciudadanos.
El estrés de las ciudades en cuanto a tráfico se refiere colapsa el desarrollo
diario de las personas. Con este medio de mensajería algunas zonas de la ciudad
se verán aliviadas de grandes camiones y de pequeñas furgonetas que aparcan en
doble fila dificultando así el tráfico de la ciudad. Cuando la cooperación y
las ideas por un mundo más sostenible interactúan llegamos a proyectos tan beneficiosos
como este. Poco a poco, el medio ambiente se encuentra más a salvo.
Cuack!
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