miércoles, 23 de octubre de 2013

NL: Dos hombres y un destino

LA NOTICIA DEL LECTOR

La historia de dos hombres.  Dos personas, que pasaron a la historia por formar parte de una de nuestras fiestas nacionales más  populares, es el reclamo en el día de hoy. La noticia del lector vuelve después de un periodo de inactividad y tiene como protagonistas a dos sevillanos que reciben el reconocimiento de su ciudad.


Por un lado tenemos a Juan Belmonte. Nació en la sevillana calle Ancha de la Feria, donde su familia tenía una modesta tienda de quincalla. Fue matador de toros, quizás el más popular de la historia y a quien muchos le consideran el fundador del toreo moderno. Abanderó, junto al otro protagonista de hoy, la edad de oro del toreo. Debutó con un traje de luces a los 17 años en Portugal, en concreto en la plaza de toros de Elvas, sin embargo el 21 de julio de 1921, cuando triunfa como novillero en la Real Maestranza de Sevilla, es cuando podemos decir que comienza la leyenda del Pasmo de Triana. La revolución de Belmonte consistió en cambiar la forma de torear. Antes consistía en sortear las acometidas de los toros sobre las piernas pero su extraordinario dominio de los terrenos le permitió ejecutar el toreo de una forma distinta: despacio y con una cercanía nunca vista. Puso en práctica los tres tiempos de la lidia: parar, templar y mandar. Más tarde agregó cargar la suerte. La relación de Belmonte con gente de la cultura de la época supuso también el cambio de estilo de los toreros antiguos, tanto fue esa relación que incluso un destacado autor de la Generación del 27 escribió “la Oda a Belmonte”.


Al otro lado del cuadrilátero tenemos a José Gómez Ortega, más conocido primero como Gallito y más tarde como Joselito. Nació en Gelves y fue considerado niño prodigio del toreo, incluso para muchos el torero más completo de la historia. Tomo la alternativa a los 17 años de la mano de su hermano Rafael Gómez. De Joselito destaca su corte de torero largo en su trazo, poderoso y dominador de todas las suertes. Ya de matador empieza a surgir las competencias, sobre todo con Juan Belmonte. Entre los años 1914 y 1917 surge la Edad de Oro del Toreo donde destacan principalmente los enfrentamientos, profesionales, entre Joselito y Juan Belmonte. Su muerte prematura e inesperada no hizo sino engrandecer su leyenda como gran maestro de la vieja lidia y transición definitiva hacia el toreo moderno.


Utilizar la palabra cuadrilátero para presentar a estos dos toreros no es desacertada ya que durante la edad media de oro del toreo fueron grandes rivales. La rivalidad profesional de estos dos matadores hizo que la popularidad del toreo llegará a cotas nunca vistas antes ni después en la sociedad española. Pero si queréis saber más sobre la historia de estos dos profesionales solo tenéis que disfrutar de la exposición “Joselito y Belmonte, una revolución complementaria” en el Castillo de San Jorge en Santa Clara (Sevilla) que dio comienzo el pasado 15 de octubre y que durará hasta el 15 de diciembre.


Cuack!



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