jueves, 10 de octubre de 2013

Móvil y Comercio Justo ya caminan juntos



A finales de este año podremos ver el lanzamiento de un nuevo producto nada distinto a los que conocemos pero con un añadido muy necesario en la ética comercial. Hasta entonces, la presentación en sociedad de cualquier aparato de telefonía móvil se convierte en un acto donde se reúnen miles de medios de comunicación y técnicos muy experimentados que tratan de explicar la funcionalidad del aparato en sí. Todo este proceso va a cambiar al término de 2013 porque con la presentación de este teléfono móvil se podrá ver una diferencia con respecto al resto que no se apreciará físicamente pero si moralmente.

Antes de la entrada de 2014 el Fairphone llegará a nuestras tiendas. ¿Qué es Fairphone? La traducción es “móvil justo” y no es más que un aparato de telefonía móvil que se crea manteniendo las condiciones laborales del comercio justo. Una empresa holandesa aceptó el reto y el pasado mes presentó en Londres su diseño y se anunció como el primer móvil fabricado según principios éticos. Se hace llamar “Smartphone del futuro” y pretende eliminar  los problemas derivados de fabricar un teléfono móvil teniendo solo en cuenta la transparencia e intentando hacer las cosas mejor a lo largo de toda la cadena de producción. Parece complicado pero se puede conseguir. En la fabricación de un teléfono móvil hay varios aspectos de la cadena de producción un poco controvertidos. El primero de ellos es el material con el que se fabrica. El Fairphone se produce con un mineral procedente del Congo y para ello han establecido relaciones comerciales con organizaciones que trabajan con minas libres del país africano. Otros de los aspectos a destacar son el ensamblaje, la reutilización de sus componentes o la instalación de un sistema Android especializada en aplicaciones de utilidad social. Por cada Fairphone vendido, 3 euros irán destinados a la fundación Cloosing the Loop, que prepara proyectos en países donde el reciclaje de residuos electrónicos seguros aún no se facilita.

Las condiciones laborales de muchos trabajadores de productos consumidos en nuestros países brillan por la ausencia de justicia. Por todo ello, el comercio justo intenta negociar con países, sobre todo asiáticos, donde las condiciones de trabajo de las personas son inadecuadas. Recordemos sino Bangladesh y el edificio que albergaba fabricas de empresas con ciertas condiciones precarias. Aun así podemos ver que si las empresas quieren el comercio justo se puede imponer en las relaciones de la sociedad mundial y juntos podremos crear un mundo donde las desigualdades vayan desapareciendo.

Cuack!





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