La culpa de la crisis es de los bancos, ¿Cuántas
veces hemos escuchado esa frase? Lo cierto es que no le falta razón. Sin embargo
ellos acusan al ciudadano de haber vivido por encima de sus posibilidades. En medio
de ellos se encuentran los políticos. Solo tenían que frenar que el poder de la
banca no superase al suyo pero la verdad es otra. El poder bancario ha superado
con creces al político y ahí erradica uno de los principales factores del
porque estamos así. No puedes dar un caramelo en la puerta de un colegio y
pretender que los niños lo rechacen, con este símil se puede explicar la función
que últimamente ha tenido la banca con la ciudadanía.
A pesar de ello y situándonos en 2004, llegó
a España un nuevo concepto de banca de poco impacto pero con buenos propósitos. Se denomina Banca Ética y persigue el rechazo
a las actividades especulativas o a la cotización en bolsa, además de la
transparencia y la financiación de proyectos con impacto social positivo. Dos
entidades fueron las primera en desembarcar en nuestro país. Por un lado, el
Proyecto Fiare, que presenta la banca ética como una propuesta de construcción
de un proyecto en la edificación de un circuito económico alternativo. Por otro
lado se encuentra Triodos Bank, que nación en Holanda en 1980 y que pretende hacer
al cliente responsable y participe del dinero que invierte. De esa forma
entiende que podemos promover un cambio sostenible del sistema financiero.
Ambos proyectos se diferencian pero tienen en común que siendo bancos con las
mismas regulaciones que tienen el resto, pueden demostrar que las cosas se
pueden hacer de otra manera en el sector bancario, dentro del sistema y con los
mismos criterios que rigen el funcionamiento de otras entidades.
Han sido rescatados, eluden
responsabilidades, son los primeros protagonistas en provocar la quiebra de la
economía de un país, tienen indemnizaciones millonarias sin reparar en si su
labor está bien o mal desempeñada y sobre todo piensan que están por encima de
todo. Por mala suerte y por como esta creado este sistema, son los únicos
capaces de poder ayudar a un país a salir de la crisis. Tienen el dinero, ahora
solo basta que quieran repartirlo y que actúen de forma ética. La ausencia de
una crisis de valores y ética política son las claves para comenzar a crear un
nuevo sistema donde la participación ciudadana se erija como el centro de la
cuestión.
Cuack!
Fuente: PUBLICO
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