El silencio, no hablar y evitar
las preguntas es la moda que marca la mayoría absoluta. Un gobierno que presume
de transparencia demuestra su aplicación de la manera más extraña posible: no
informando de nada. Un concepto equívoco de transparencia y de información al
pueblo, que le puso en ese lugar tan privilegiado, son las causas principales por
las que la ciudadanía se indigna y genera movimientos sociales, movimientos que
luego son tachados de terroristas y antidemocráticos. Todo lo que se salga
fuera de la norma marcada por la mayoría absoluta es visceral y muestra de ello
es el efecto que tiene en el mundo político, la ignorancia.
Este gobierno y su presidente en
particular llevan tres meses sin dar la cara. Tres meses escondiéndose, más o
menos el mismo periodo que hace que saltó a la palestra el caso de su ex tesorero.
Sin embargo, su número 2 en el partido solo lleva cinco lunes sin dar rueda de
prensa y sin explicar y aclarar lo que ocurre. ¿Será este lunes otro más en el
que no comparece? Se amparan en querer dejar actuar a la justicia pero cuando
vivían tiempos contrarios a los de ahora bien que utilizaban la palabra
dimisión las mismas veces que decían buenos días. Nada nos sorprende de los “españoles” que
presumen de ser patriotas pero que sin embargo se llevan el dinero español
fuera de nuestro país. Sin duda es otro punto de vista de entender el
patriotismo que muchos desconocemos. Un pueblo harto de esta falta
de ética política, sobre todo en sus dos grandes partidos, necesita
explicaciones. Gracias a los medios de comunicación los ciudadanos estamos
informados de lo que ocurre. El pueblo cada vez es menos ignorante y con la
formación de ciertas generaciones se intenta plantar cara a lo que de algún
modo irreal ocurre en nuestro país.
Predicar con el ejemplo siempre
ha sido ardua tarea para los políticos. Son especialistas en tirar piedras
contra su propio tejado y cuando ven que su tejado casi se cae lo apuntalan para que no
les caigan encima aquellas piedras que un día se tiraron. A pesar de todo esto
tenemos medios de comunicación que también saben frenar este sin sentido
político, su lema es sencillo: no quieres que te preguntemos, entonces no
acudiremos. Menos mal que hay una ética periodística en todo esto y que, sin
mirar el color político, la mayoría coincide en que estas no son las formas de
explicar a una población la forma de actuar en diversas situaciones. Destacar la
labor periodística de muchos de ellos y agradecer que al menos nos mantengan
informados de los sucesos que en esta sociedad fluyen. Entre tanto, el gobierno del plasma seguirá su
curso por la vía televisiva, según se rumorea lo próximo será repartir cd´s a
los edificios de cada periódico con la grabación de su comparecencia.
Transparencia si pero televisada no, sino que se vayan con la música a otra
parte.
Cuack!
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