Después de muchos años, cuando parecía que la historia no se volvería a repetir, nos encontramos con la misma situación a la que tuvieron que enfrentarse nuestros abuelos. Nuevas generaciones de jóvenes que tienen que salir fuera de nuestro país para poder conseguir un trabajo. Con respecto a esos pasados años, existe una gran diferencia, la generación de ahora, la mejor formada de la historia, se va porque no encuentran trabajo de acuerdo con la formación que tienen. En aquellos otros años, la migración, se justificaba más por motivos políticos y de supervivencia que por otros distintos a los de ahora.
Licenciados, ingenieros o diplomados, sea cual sea su formación, tienen que buscarse los frutos, que aquellos años cultivaron, fuera de nuestra frontera. A pesar de todo esto, no deja de sorprender la actitud del político que no se da cuenta de que la generación más preparada de la democracia española parte con unas maletas llenas de ilusión y esperanza pero con la mirada atrás de un país que les echa. Ni siquiera son capaces de despedirlos en el aeropuerto. Ese esfuerzo que un día la sociedad nos demandaba y que, tras mucho esfuerzo, conseguimos, ahora nos da la espalda.
Valentía, voluntad y coraje son algunos de los adjetivos que más pueden describir a estos jóvenes. Esto sirve para estar orgullosos de esta generación. Una generación que no descansa, que se motiva y que encuentra soluciones a los problemas. Una juventud que no cesa en su lucha por conseguir aquello para lo que fueron enseñados y una familia unida en la supervivencia fuera de su país. Significa dejar atrás muchas cosas. Dejar de ver a una familia que te educó y te formo para la consecución de tus objetivos. También significa dejar de ver a unos amigos que apuestan y confían en ti. Supone mirar atrás y tener la esperanza de volver cuando realmente sepan valorarte. El aplauso generalizado de gran parte de España es para ellos y el ánimo de que todo irá bien es el mensaje que se quiere transmitir. Muchos españoles, generaciones venideras y aquellas no tan jóvenes, os desean que todo os vaya bien y que volváis pronto para poder solucionar el problema de España. Un país que se va convirtiendo, en cada segundo que pasa, más en un chiste, aboga por vosotros, por la esperanza de un pueblo cansado de la falta de ética política. Buen viaje compañeros y recordar que, para muchos, vuestra vuelta será bienvenida.
Cuack!
Fuente: PUBLICO
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