jueves, 4 de abril de 2013

Camino de la escuela



Sin las características maletas llenas de libros y sin uniforme escolar caminan los alumnos a la escuela. Estos alumnos, iguales en ilusión pero diferentes en su trastorno, se dirigen motivados al lugar donde podrán canalizar un aprendizaje diferente al acostumbrado pero que seguro que sirve de más. Un centro diferente y particular donde se aprende materia distinta a los que los libros nos enseñan e ilustran. Una institución pública que a través de las experiencias de sus alumnos consigue, sobre todo psicológicamente, ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas. Es una escuela distinta a las que conocemos pero consigue el mismo objetivo que las demás: el aprendizaje.


La Escuela de Pacientes de España fue creada hace cinco años por la Escuela Andaluza de Salud Pública que decidió crear esta iniciativa solidaria para que los enfermos enseñaran, con sus experiencias, las diferentes patologías que les afecta y de esa forma ayudarse entre ellos. Este proyecto, marcado por la gran labor solidaria que les une, ha ayudado también a reducir el número de visitas al médico y además ha provocado  una mejora en los procesos de asimilación de la enfermedad. Quizás esto último es lo que más afecta a las personas con diferentes patologías a las que no les encuentran explicación. El proceso de aprendizaje ha conseguido que alrededor de 500 enfermos se hayan convertido en enfermos formadores. Por otro lado, más de 8000 personas enfermas han participado en este esperanzador proyecto.


Todo esto vuelve a demostrar que lo público y en concreto la salud pública si funciona. La creación de estos proyectos nos dibuja una luz al final de cada particular túnel que las personas poseemos. Ciertos estamentos políticos deberían plantearse el recorte en la sanidad como algo más serio. Parece que solo es suficiente con cerrar hospitales, privatizar un bien básico del estado del bienestar y aumentar los costes en salud para poder decir: el problema está resuelto. No es así, detrás de todo esto hay un sentimiento o valor que se convierte en fundamental, vivir. Sin duda no se han parado a pensar que no solo recortan el valor monetario sino que también recortan ilusiones, esperanzas, motivaciones y curas para la difícil tarea de vivir.


Cuack!


Si queréis leer la entrevista que se realizó a María Ángeles Prieto, directora del centro, solo tenéis que pinchar en el enlace.

 


 





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