jueves, 25 de abril de 2013

Un café solidario



Una tradición que nació en la ciudad italiana de Nápoles, allá por el siglo XVII, vuelve a tomar relevancia en la actualidad. En un escenario marcado por la rebelión del pueblo napolitano contras sus acreedores y con las vivencias de una ciudad que tenía en su puerto la mejor arma económica, además de ser lugar de regocijo para clérigos, nobles y aristócrata, nació el “caffe sospeso”. Otro acto solidario, que hasta ahora se desarrolla en algunas ciudades españolas, es el tema que nos toca comentar hoy.


El procedimiento de este acto es fácil y la temática del “caffe sospeso” consiste en dejar pagado un café para que alguien necesitado se lo tome sin suponer coste alguno para la persona que se aprovecha del mismo. Esta actividad se desarrollaba cuando alguien se encontraba feliz por algo bueno que ocurría, entonces dejaba el dinero sobre la mesa para que alguien pudiese disfrutar de un café. En España, la primera ciudad que volvió a dar importancia a esta actividad fue Madrid, en concreto el “Café Comercial”. Fue a partir del 22 de octubre de 2012 cuando pudo contabilizar el primer “caffe sospeso” y hasta la fecha ya ha podido contabilizar 500 cafés a través de esta iniciativa. Es una costumbre propia del invierno pero que bien puede adaptarse al verano y entre sus clientes, que hacen este donativo, se encuentran personas de cualquier clase social. El reflejo que debe quedar claro es que lo importante es participar. El proyecto solidario y de recuperación de la tradición napolitana ha sido desarrollado por Gonzalo Sapiña, barcelonés dedicado al marketing digital, que ha conseguido crear  un PORTAL WEB donde, además de  aportar la ubicuidad de los lugares donde ya se desarrolla esta iniciativa, ofrece más información del proyecto, así que os animo a que visitéis su web. El creador del proyecto destaca que hay más de 100 establecimientos, distribuidos por toda España,  que a través de las redes sociales, como Facebook y Twitter, han conseguido dar mayor relevancia al proyecto, incluso muchos de ellos han introducido cambios en la iniciativa y además de cafés también ofrecen desayunos y bocadillos mediante este singular método.


Nuevamente, un acto solidario y social, viene de la mano de los emprendedores. En este caso, la importancia de las redes sociales se convierte en vital para el desarrollo de proyectos como estos. La traducción de “caffe sospeso” es “café pendiente” y que mejor forma de saber que todos tenemos algo pendiente con alguien en estos tiempos difíciles donde la solidaridad es la base de nuestro sustento social. Una apuesta por la solidaridad es una apuesta segura, porque además de ganar consigues que alguien gane más.


Cuack!


Fuente: EL DIARIO.ES

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