jueves, 18 de abril de 2013

La lista de Falciani



No es la lista de Shchindler ni tampoco la lista de la compra de cualquier ciudadano pero sin duda esta lista que posee Falciani ha sido la lista que más ha dado que hablar en estos últimos meses e incluso años. No sabemos quienes están dentro de ella, incluso los que están dentro creen que no están,  pero lo cierto es que, además del morbo que levanta,  es necesario saber quien tiene su nombre escrito en esa lista. Como si fuera un manifiesto que lee cualquier alcalde al inicio de las fiestas populares de su pueblo, está lista recoge aquellos defraudadores y evasores fiscales que gozan y presumen de patriotismo pero que sin embargo les gusta llevarse el dinero a un lugar llamado paraíso. Un paraíso distinto al que la Biblia no muestra en sus textos es lo que ahora está de moda entre los ricos. Todos han mordido la manzana y han pecado con su país y sobre todo con sus compatriotas. Muchos de ellos dirán que no, otros, los menos, reconocerán que tienen dinero fuera, pero lo que hay que dejarles claro a ellos es que no es tanta la importancia de la cuantía que tienen fuera de nuestro de país como el hecho de la forma de conseguirlo y el simple acto de llevarse fuera del mismo lo que en este consiguió. No queremos saber la forma de conseguirlo, seguro que muchas de ellas de forma ilegal, pero, al menos la ganada legalmente, podéis tributarla en vuestro país de origen.


Con un apellido propio de las típicas películas relacionadas con la mafia y con 40 años de edad, este ex empleado del HSBC  tuvo el pasado lunes una cita importante con la Audiencia Nacional debido al asunto de su extradición a Suiza. Falciani, conocido desde 2009 por dejar al descubierto 130.000 cuentas bancarias y permitir destapar un gigantesco fraude fiscal en varios países, ayudó a recuperar más de 300 millones de euros solo en España. Falciani es informático y tiene la triple nacionalidad francesa, italiana y monegasca, fue detenido en el puerto de Barcelona el 1 de julio de 2012 cuando desembarcó de un ferry procedente de la ciudad francesa de Séte. Ahí se le acabaron los dos años y medios de huída de la justicia helvética. Ahora se le condena por la parte ilegal del trabajo pero ¿No es grandioso lo que ha conseguido este hombre? ¿Qué tipo de comunidad europea queremos ser con la existencia de paraísos fiscales dentro de Europa?


Ahora, al parecer, nuestro ministro de Hacienda está en posesión de esta lista. Tiene los evasores fiscales más importantes del país y con cuentas en otros países. Esperemos que el ministro actúe en consecuencia con ellos pero, sinceramente, mis dudas tengo. Por un lado, su extesorero ha reconocido dinero en el país helvético y sin embargo ahí está todavía paseando por las calles de Madrid. Y por otro, quiero creer en la honestidad de estos políticos que luchan con la corrupción pero su famosa “amnistía fiscal” me demostró que así no es la forma de ayudar. No sé si Montoro utilizará esta lista en beneficio del país o en beneficio de quien más convenga pero si de esta forma podemos atrapar a los patriotas que mandan su dinero fuera del país actúe ya. Esperemos que a partir de ahora muchos integrantes de esa lista tengan que aprender a lucir el nudo de las corbatas con el papel de la sentencia que en breve les caigan.
 
Cuack! 


 Fuente EL PAIS

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