Como si de un héroe de la época medieval se tratase y disfrazado con capa, sombrero, antifaz y lanzando flechas de dinero se presenta una persona en el tan necesitado sector de la educación. El enemigo es claro. Un ministro, con ansias de recortes y de promulgar su reforma como si de un manuscrito sagrado se tratase, intenta imponer su ley. Una ley que deja al pueblo en la más consternada situación educativa y que promulga las directrices dictatoriales de épocas antiguas. Los injustos recortes en becas y el difícil acceso a las pocas que se ofrecen son uno de sus puntos más señalados en la reforma. Además, un incremento en las tasas universitaria, de hasta el 65 % en los créditos, se ha hecho más latente ahora que es época de matriculación y que deja al estudiante en una situación de difícil solución.
Para combatir este tipo de injusticias, como ha sucedido durante toda la historia, siempre han aparecido unos seres capaces de dar solución, bien sea mediante su aparición en medios de comunicación o bien, como en este caso, manteniendo el anonimato y encumbrando aún más la figura del héroe. Su misión ha sido donar 10.000 € para que sean empleados en la financiación de algunas becas de aquellos estudiantes que quieran estudiar y que sus distintas situaciones personales le dificulten el acceso a unas ayudas para el estudio. El individuo se presento en la Universidad Politécnica de Valencia, en concreto en Alcoy, y destino una sustanciosa cantidad de dinero para las arcas de las Universidad. El objetivo era poder ayudar a ciertos estudiantes que padecen una difícil situación económica y que en consecuencia le impide poder tener acceso a la Universidad.
Así parece que hay que narrar la historia de España desde hace unos años atrás hasta la actualidad. Los enemigos enmarcados en los políticos y los héroes, disfrazados en papeles visibles o anónimos, parecen ser los protagonistas de una crisis donde el enemigo no quiere ceder y donde los ciudadanos ven incrementado la difícil tarea de sobrevivir. Un ministro, cada vez más, menos arropado por sus fieles ve como adapta su injusta reforma educativa a unos planes austeros marcados desde el Olimpo de Europa. A pesar de ello, la fuerza de la juventud es distinta. Nuestros jóvenes están sabiendo hacer frente a estos planes con la base de la solidaridad entre ellos y con diversas ayudas ofrecidas por anónimos como estos. Una juventud cada vez más fuerte y potente se hace un hueco en la protesta general del ciudadano y combate, a modo pacífico y con la base del diálogo, las distintas medidas aplicadas por el Darth Wert constante e insistente en mostrarnos el lado oscuro de la educación.
Cuack!
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