miércoles, 31 de julio de 2013

La purificadora



Un elemento tan indispensable en nuestras vidas está desigualmente repartido. Hay millones de personas que tienen un fácil acceso a ella pero hay otros tantos millones de ciudadanos que abastecerse de agua les resulta algo más complicado. Según la Organización Mundial de la Salud, 783 millones de personas no disponen de agua potable, es decir el 11% de la población mundial. Sin embargo, el resto de personas, con un solo giro de muñeca tienen este bien tan necesario cerca de ellos.

Muchas plagas tienen como conducto principal de contagio el agua. Enfermedades como la malaria o el cólera viajan por el agua afectando a las poblaciones más desfavorecidas. La primera de ella afecta al 50% de la población expuesta al paludismo y la segunda provoca entre 100.000 y 120.000 defunciones al año. Para combatir estas dos enfermedades y en general abastecer a un gran número de ciudadanos que no tienen un fácil acceso al agua potable un emprendedor latinoamericano, Philip Wilson, ha desarrollado una empresa social que distribuye un simple sistema de filtro que obtiene líquido sano. Ecofiltro, que así se denomina, es una tecnología accesible e inventada por Fernando Mazariegos y no es más que una especie de maceta hecha a base de elementos locales como la arcilla, aserrín y plata coloidal con el fin de atrapar la contaminación biológica o química que pueda traer el agua.  Su fórmula es tan sencilla que parece raro que antes no se haya podido dar con ella y así combatir este gran problema del agua. Consiste en verte el agua en el filtro que atrapa los microorganismo y contaminante perjudiciales y deja un agua inodora y apta para el consumo.

En la actualidad se han distribuido más de 96.000 filtros por toda Guatemala por lo que el equilibrio entre vocación empresarial y social se hace aún mayor. El beneficio medioambiental es amplio ya que por un lado supone un ahorro monetario en el embasado de botella y un ahorro energético al no tener que hervir el agua para eliminar bacterias.

Un método de purificación de agua que se vende en forma de vasija y que es capaz de dar agua potable a un ritmo de dos litros por hora. No es un mero colador sino un sistema de almacenaje de agua que según se va purificando queda a disposición. Un invento revolucionario, sencillo y que puede ayudar a una gran parte de la población humana que necesita uno de los mayores bienes mundiales. El agua cae del cielo para todos por igual pero el reparto y acceso a ella se convierte en algo muy distinto.

Cuack!


 Fuente: EL DIARIO.ES

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