El placer de muchas personas se traduce en un
verbo: viajar. No todo el mundo puede tener acceso a este placer y no
reproducen esa acción en su totalidad sino que tienen que conformarse con
viajar menos de lo deseado o simplemente no viajar. Hace algunos años salieron
a la palestra de lo social los denominados vuelos “low cost” o lo que es lo
mismo, viajes a bajo coste. Este movimiento impulso que muchas personas que tenían
un acceso más restringido al disfrute de
un viaje pudieran hacer este tipo de escapadas por un precio muy económico. La alegría
sigue durando ya que algunas compañías de bajo coste siguen ofreciendo este
tipo de servicios pero otras dejaron su filosofía “low cost” para ofrecer
vuelos a un precio más elevado. A pesar de todo esto, hoy le vamos a hablar de
una resolución que beneficiará a los usuarios de viajes. Esta viene infundada
por Europa y seguro que muchos disfrutarán con su argumento.
A partir de ahora, las compañías de vuelos no
podrán hacer recargo en la compra de billetes de avión cuando estos sean
comprados con tarjetas de crédito o débito. Tras casi dos décadas abriendo
expedientes por abuso de posición dominante contra Visa y Master Card la
Comisión Europea vuelve a la carga y pretende limitar las inaceptables altas
comisiones y, a la espera de la supervisión del Parlamento Europeo, impedirán
que empresas como las aerolíneas, en su mayoría, impongan recargos cuando los
clientes pagan vuelos. Para muchos la
guerra lobista, grupos de presión, está servida. Por un lado, los presidentes
de Visa y Master Card advierten que los límites en las comisiones dañarán
e incomodarán a los consumidores y pequeños comerciantes, además de
obstaculizar la competencia y la innovación en los servicios de pago
europeos. Por otro, los que defienden el
sector comercial, aplaude la medida pero alerta de que no van lo
suficientemente lejos. Si tenemos de referencia el año 2011, el importe de
transacciones con operaciones de tarjetas se acercaba a los dos billones de
euros.
El resultado de esto es que
esperemos que el beneficiado de todo esto sean los usuarios porque, según dicen,
esta reducción de recargos por la compra con tarjeta puede aumentar otro tipo
de costes para así no perder los beneficios obtenidos con los recargos. Sea como fuera es posible que la reducción de
abusos vaya aumentando a medida que las denuncias por estos se incrementen.
Cuack!
Fuente: EL PAIS
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