lunes, 1 de julio de 2013

Una generación diferente


No tengo la suerte, actualmente, de disponer de uno de ellos pero aún perduran en mis recuerdos momentos, historias e imágenes que difícilmente se pueden olvidar. Ellos son y serán piezas angulares de muchas familias que ahora se ven con la necesidad de pedir su ayuda. Algunos, en su juventud, tuvieron que emigrar a otros países en busca de libertad, de reconocimiento, de formación y como no, en busca de trabajo. Otros aguardan al lado del tempranero reloj que suena a la mejor hora del día, la hora de ver a sus nietos. Sin duda es la visita más esperada y cada día que la reciben consiguen alargar su vida un poco más. Una sonrisa, una caricia y porque no, su innecesario regalito, provocan la mayor de las más entrañables imágenes.


Los hay de todo tipo y para todos los gustos, desde el más noble hasta el más gruñón, desde el más sonriente al más tristón, desde el más coqueto al más canoso y desde el más solitario hasta el más rodeado. En varios casos, la soledad se convierte en su compañera y para ellos supone el mayor de los castigos que Dios le podría dar. Sin embargo, otros disfrutan de la compañía de sus hijos que les llevan de regalo el llanto de un bebe, la sonrisa e inocencia de un niño y la madurez y compañía de aquel que vio nacer y que ahora se convierte en el adulto que, con su ayuda, vio crecer. Ahora, ellos se han convertido, sin querer, en protagonistas de una crisis que afecta a todos los ciudadanos. Ellos son los salvadores de muchas familias, que con sus ahorros mantienen a hijos, nietos y amigos. Volver a sus casas se ha convertido en una característica de esta singular crisis. También se han convertido en un grupo de afectados por las estafas que los banqueros han ido tejiendo a su antojo y que ahora se encuentran sin el amparo político que les ayude, el apoyo social ha sido el único amparo recibido. Otras de las películas en la que se encuentran como protagonistas son los desahucios. Débiles ancianos han sido víctimas de injustificadas cargas policiales que presumen de fuerza bruta pero no de inteligencia humana. Y para mayor colmo, ahora ven como los políticos, aquellos a los que le brindaron su apoyo en las urnas, les modifican sus pensiones para satisfacción de unos organismos y países que poco tienen que ver con España.


Sin embargo, a pesar de todo esto, siguen ahí. Más vivos que nunca, mas luchadores que nadie y transmitiendo su causa a la causa de todos. Abuelos de nuestras vidas, vosotros sois los elegidos. Ya sean sentados en un sofá tapados con la vieja manta, paseándonos por el parque o ejerciendo de canguros formáis parte del elenco de seres especiales. No hay mejor regalo para un nieto que llamar a tu puerta y ver cómo, con arrugas disfrazadas de juventud y torpeza vestida de batalla vencida, la seguís abriendo dibujando la mayor de las sonrisas y contagiando ilusión.


Cuack!



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